A pesar de que normalmente se considera a la sociedad paraguaya como conservadora y tradicionalista, en los últimos años saltaron a la luz pública varios casos donde políticos de primera línea estuvieron involucrados en escándalos sexuales que ocuparon portadas de diarios por varias semanas.
Sin embargo, pocos pagaron un alto precio por ello.
El primero, hace 5 años atrás, tuvo como protagonista al entonces presidente de la República, Fernando Lugo, electo en el 2008 por la Alianza Patriótica para el Cambio.
Casi al mismo tiempo tuvo tres denuncias por paternidad. El primero fue rápidamente reconocido por el ex obispo, quien “le dio su apellido” al hijo que tuvo con Viviana Carrillo.
Las otras dos denuncias fueron de Benigna Leguizamón y Hortensia Morán. En estos dos casos las pruebas dieron negativo para el examen de paternidad.
SENADOR HOT. Durante la presidencia de Lugo, el senador Armando Espínola (PLRA) fue nombrado embajador paraguayo ante Chile, en el 2009.
No pudo asumir por el escándalo de las fotos que mostraban al senador en plena conversación hot, vía internet, durante una sesión de la Cámara Alta. También en esa época aparecieron fotos de Espínola en una fiesta “caliente” en un departamento.
El otro caso, el más reciente, es el del senador colorado Juan Carlos Galaverna y el video suyo que circuló desde hace dos semanas en las redes sociales, donde aparecía en escenas sexuales.
Galaverna obtuvo un amparo contra la difusión de las citadas imágenes.
Taka: sin grandes consecuencias. El conocido encuestador Enrique Taka Chase cree que “siempre queda algo” en lo que se refiere a la imagen de los políticos, pero también recuerda que “vivimos en un país machista”, por lo que los escándalos son olvidados rápidamente, a pesar de la leve pérdida de imagen.
Sobre las denuncias contra Lugo, indicó que no le afectaron en su papel de presidente de la República, pero sí ahondaron sus diferencias con la Iglesia Católica, donde el ahora senador fue obispo.
Como ejemplo de la poca incidencia, Taka recuerda que a Lugo se lo eligió senador, sin grandes complicaciones.
Con relación a Espínola, subrayó que perdió el cargo de embajador, pero completó el periodo en el Senado sin complicación alguna.
Sin embargo, no logró acceder a un escaño más en alguna de las cámaras del Congreso, por lo que algunos consideran que la carrera política de Espínola culminó sin pena ni gloria.
En lo que se refiere al senador Galaverna, Chase subrayó que “el caso es más fuerte porque atenta contra muchos principios”.
Consideró que no lo perjudicaría en su ya dilatada carrera como legislador, pero sí en su pretendido liderazgo dentro del Partido Colorado.
Taka cree que el caso puede convertirse en algo negativo si Galaverna decide presentarse para el cargo de presidente de la ANR.
Sin embargo, subrayó que el propio legislador puede revertir el aspecto negativo presentando el caso en la campaña política como “un golpe deliberado”.
Boccia. También el politólogo Alfredo Boccia cree que Galaverna puede sufrir alguna consecuencia negativa, por la difusión del video, en caso que pretenda llegar a la presidencia de la ANR.
Subrayó que posiblemente la consecuencia del escándalo será que Galaverna no llegue a la titularidad de la Junta de Gobierno.
En favor de Galaverna apuntó que la sociedad paraguaya es altamente machista, y que ello podría dar un hándicap al senador, al menos entre sus más fanáticos seguidores.