En un discurso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Ban volvió a dejar clara su decepción por la salida de la CPI anunciada por Sudáfrica, Burundi y Gambia en los últimos días.
“Lamento estos pasos, que podrían enviar un mensaje erróneo sobre el compromiso de estos países con la Justicia”, dijo el diplomático.
Ban reconoció que el funcionamiento de la Corte con sede en La Haya no es perfecto, pero insistió en que los problemas “no se abordan disminuyendo el apoyo, sino reforzándola desde dentro”.
“Evitar atrocidades futuras, dar justicia para las víctimas y defender las reglas de la guerra alrededor del mundo son prioridades demasiados importantes”, defendió Ban.
El jefe de la ONU subrayó además los progresos que ha logrado la comunidad internacional hacia un sistema de Justicia global, con la CPI como pieza central.
Muchos países africanos acusan a la Corte de perseguir únicamente crímenes cometidos en ese continente, ignorando lo que ocurre en otros lugares del mundo.
Ese fue el argumento esgrimido esta semana por Gambia para anunciar que dejará la CPI, un proceso que no es inmediato, sino que sólo se completará un año después de la notificación oficial.
La semana pasada el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, también firmó la retirada del tribunal, que investiga la violencia política que se desató en el país en abril de 2015.
Sudáfrica, por su parte, justificó su decisión al asegurar que la CPI está “en conflicto” con su ley nacional de inmunidad diplomática y, además, afecta negativamente a sus relaciones internacionales.