La adolescente manifestó que fue dopada y luego raptada por los hombres que abusaron de ella y grabaron el acto para luego difundirlo, según informó el portal Infobae.
“Me desperté en un ambiente diferente, con un hombre abajo mío, uno arriba y dos sujetando mis manos. Varias personas se reían de mí y yo dopada. Muchos chicos riendo, hablándome y sujetándome. Pensé que iba a morir. Listo, se acabó”, expresó la joven.
Según la muchacha, fue drogada antes del ataque, presumiblemente, durante una fiesta a la que había asistido antes de ir a dormir en la casa de una ex pareja. No obstante, despertó en otro lugar.
Estaba en una casa abandonada, donde solo había una cama y sus violadores. El aberrante acto terminó 10 minutos después de que se despertó.
“Un amigo entró y pidió que paren. Fue allí cuando pensé que tenía una oportunidad de sobrevivir”, comentó.
La víctima afirmó que no conoce a sus agresores y que tampoco tiene precisado el número de ellos, aseguró que contabilizó a 29. Sostuvo que las secuelas no son físicas sino sicológicas, y dijo que toma varios baños al día y también en la noche.
“Sentí culpa, varias veces, hasta ahora. Todo el día. No sé de qué. Siento basura saliendo de mi cuerpo, de mi boca, de mis ojos”, relató.
Además, criticó a los policías que la interrogaron, ya que asegura que intentaron responsabilizarla de algo que no hizo. “Me preguntaron qué hacía allí, si había tenido sexo grupal antes. Querían culparme de todas formas”, refirió.
A su vez, agradeció el apoyo que ha recibido en su país y desde el exterior. “Siempre me puse en el lugar de otras mujeres y esta vez realmente sentí que muchas mujeres se pusieron en mi lugar. El dolor no fue solo mío. Es un dolor de alma”, puntualizó.