De acuerdo a Slate, A.J. Betts, de 16 años, se quitó la vida en un intento desesperado por escapar del acoso que sufría a diario en la escuela superior a la que asistía debido a su orientación sexual.
Varios meses antes de quitarse la vida, el joven de Lowa decidió convertirse en donante. Pero sus órganos fueron rechazados por la Administración de Alimentos y Drogas Federal (FDA, por sus siglas en inglés) porque era abiertamente gay, informó el portal Infobae.
El hígado, los pulmones, riñones y corazón fueron aceptados, pero rechazaron sus ojos. ¿Por qué? De acuerdo la agencia no podía confirmar si el joven ya había tenido algún contacto sexual con otro hombre en los cinco años previos a su muerte.
En una dura editorial, Slate asegura que esta política de órganos es homofóbica ya que se basa es una “creencia obsoleta, totalmente irracional que todos los hombres homosexuales son transmisores de VIH”. “Aquí en Estados Unidos, los cuerpos de los hombres gays están siendo vistos como arruinados, peligrosos, e infectados”, finaliza el artículo.