En ese sentido, los nueve nuevos medidores fueron entregados en la víspera a las cinco Jefaturas Regionales (Central, Encarnación, Coronel Oviedo, Ciudad del Este e Yby Yaú), con el objetivo de la inmediata utilización. El acto se realizó en el Cuartel Central de la institución, en San Lorenzo.
El director de la Caminera, Luis Christ Jacobs, mencionó que la multa a los automovilistas por exceso de velocidad será de 8 jornales, equivalentes a G. 561.248, según los artículos 136 y 138 del Reglamento General de Tránsito, normativa que se sigue aplicando hasta que sea reglamentada la nueva Ley de Tránsito, promulgada el año pasado.
Recordó que la velocidad máxima rutera en zonas rurales es de 110 kilómetros por hora y en zonas urbanas es de 50 kilómetros por hora. Sin embargo, aseguró que estos límites pueden ser regulados por precaución o de acuerdo a la peligrosidad de un lugar específico.
Estos equipos, que tuvieron un costo de G. 780 millones, ya fueron probados por primera vez en la festividad de la Virgen de Caacupé, donde varios automovilistas fueron amonestados por superar la velocidad permitida.
Los nuevos aparatos tienen un alcance de 1.200 metros y en caso de lluvia o nieblas, puede llegar a los 700 metros. Los rangos de medición oscilan de 0 a 320 km/h y también permitirán a la Caminera saber si un rodado se adelantó indebidamente o si el conductor no lleva el cinturón de seguridad puesto.
Lugares señalizados. Si bien la ubicación de los nuevos radares irá rotando de acuerdo al territorio regional, Christ Jacobs aseguró que solo se harán controles en zonas ruteras señalizadas.
“Lo que buscamos no es castigar sino educar a los conductores. Por eso no nos vamos a instalar en lugares no señalizados, solo en aquellos que están debidamente señalizados por el MOPC. Y también vamos a solicitar al MOPC la señalización total de las rutas para que los controles sean eficaces”, expresó.
Recordó que el control de las rutas que pasen por las zonas urbanas es de competencia de la Caminera.