Con tapabocas, bien distanciados en las salas de clase y en grupos burbuja volvieron a las aulas desde la semana pasada en las escuelas de la capital. Informaciones de los educadores apuntan a que la asistencia a clases presenciales es aún baja, de entre el 30 y el 40% del total de matriculados.
El problema –cuenta la profesora Diana Ozuna, de la escuela Juan Ramón Dahlquist– es que los chicos y chicas cumplen todos los protocolos sanitarios en la institución, pero no así en sus comunidades, en los barrios.
Ante la circulación comunitaria de la variante delta, cuya carga viral es 10 veces más alta que otras, los niños solo deben ir a la escuela actualmente; no ir a shoppings, cumpleaños infantiles ni lugares de circulación de mucha gente, recomienda la doctora Ana Campuzano, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Pediatría (SPP).
Los especialistas en Salud Pública coinciden con los expertos del sector educativo. “No hay dudas de que la presencialidad debe continuar en las escuelas, demasiado fue el impacto negativo en la educación”, asegura la pediatra.
Pero con esta reapertura de las instituciones educativas se puede resolver uno de los dramas del año pasado: la salud mental de los chicos y chicas. “Al socializar con sus compañeros ya es un gran paso; pero las familias deben evitar los lugares cerrados o de mucha aglomeración como shoppings, no deben ir a cumpleaños infantiles. La variante delta es demasiado contagiosa y no hay vacunas para los niños menores de 12, que deben estar escolarizados”, argumenta. La carga viral de la variante delta es, de acuerdo con los datos de la SPP, 1.000 a 1.200 veces más alta que otras variables del Covid-19.
MEDIDAS
Para asegurar la prevención en los niños y adolescentes que asisten a las instituciones educativas, lo que importa es sostener la apertura de puertas y ventanas en las aulas, expresa el doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Infectología.
A la ventilación de las salas de clase, debe sumarse el uso obligatorio de las mascarillas, tanto para estudiantes como para docentes. “Yo creo que esta utilización de los tapabocas permanecerá por más de un año todavía, en aulas como en espacios cerrados”, advierte Fusillo.
El lavado frecuente de manos también es importante no solo para el Covid, sino para prevenir otras enfermedades.
Ante lo que indican los docentes, Fusillo pide al MEC y al MSP que fomenten la conciencia entre las familias, para que en las comunidades siga el cuidado extremo de las medidas sanitarias. “Por eso es importante también el trabajo del MEC para que las escuelas, sobre todo las aulas, estén en condiciones de ventilarse para que puedan impartirse las clases con seguridad”, remarca.
INMUNIZACIÓN
La doctora Campuzano reafirma que los profesores que no acudieron a los vacunatorios para recibir las dosis de las vacunas, no deben permanecer en las aulas o en las instituciones educativas: “La carga viral (delta) es tan alta, que habrá mayor frecuencia de niños y de familiares enfermos. Por eso los directores y supervisores deben darles otras funciones a los profesores de este segmento”.
De los maestros que deben estar en las salas de clase, 60.000 ya recibieron las dos dosis de las vacunas. Mientras que, desde ayer, se habilitaron los vacunatorios para que acudan los 11.600 educadores que aún no las tienen.
“No podemos estar especulando, no hay vacunas todavía para los niños, deben estar con la mayor seguridad en las escuelas”, apunta.
Las clases para todos los grados y cursos se habilitaron el pasado 30 de agosto por el MEC.