Declarado hincha del Xeneize, Cabañas se caracterizó por ser una pesadilla para River Plate, contra el cual disputó nueve clásicos, ganó cinco, empató tres y perdió uno.
“No conozco a nadie de River, pero cualquiera que tenga esa camiseta es mi enemigo”, repetía La Pantera.
Con su estilo pícaro y osado, Cabañas no solo hablaba fuera de la cancha, sino que dentro de ella con su forma de jugar en la Bombonera que gozaba del talento.
“Astrada y Hernán Díaz fueron mis hijos toda la vida”, fue una de sus frases contra dos reconocidos millonarios.
“Hasta que me muera voy a ser de Boca Juniors”, dijo y cumplió. La camiseta xeneize lo acompañó al más allá.