Además, el magistrado indicó que ambos agentes policiales le dijeron que la droga pertenecía a Clemencio Gringo González Giménez y que recibirían unos 250.000 dólares por la entrega.
Además, incriminó al subjefe de la Jefatura de Amambay, Juan Fernández, y Celso Fleitas, al mencionar que eran los únicos que tenían la llave de la armería donde se guardaba la droga, por lo que él no podía verificarlos. De esta manera, los agentes mencionados eran los responsables del cargamento de cocaína.
Así también, refirió que no hizo constar en el acta de novedades el hecho, ya que fue amenazado y tenía miedo. “Si yo hacía constar en el cuaderno de novedades lo que pasó, me mataban en ese momento”, relató en la audiencia, según el magistrado.
Según el magistrado, el testigo señaló que el policía Ferreira le reveló que Gringo González era el dueño del cargamento. Sin embargo, mencionó puntualmente que esa noche no le pudo ver al supuesto narcotraficante. Pero sí que buscaron la cocaína el Gringo con su hijo y la esposa de este.
Valenzuela también realizó un plano del lugar del hecho, explicando qué oficinas estaban funcionando esa noche y quiénes estaban en las oficinas policiales. “Todos esos detalles la Fiscalía va a tener en cuenta para avanzar en las investigaciones”, expresó el juez Valiente.
Finalmente, el magistrado indicó que la declaración de Valenzuela fue muy importante, ya que les aclaró quiénes fueron los responsables de la sustracción de la droga de la Jefatura de Policía de Amambay.
Cabe resaltar también que al término de la diligencia, que se realizó como anticipo judiccional de prueba, el suboficial refirió que si algo le pasa, le responsabiliza a Gringo González o a los imputados.
Medidas de seguridad. Luciano Valenzuela y su familia, como medidas de seguridad, se encuentran resguardados bajo el sistema protección de testigos del Ministerio Público.