Suboficial condenado por gatillo fácil sigue prestando servicio en comisaría

El hecho fue denunciado por el padre de un joven que recibió un disparo de Narciso Cañete, suboficial de Policía, en el 2012 en Ciudad del Este. El actual jefe del uniformado afirmó desconocer la condena.

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Suboficial Narciso Cañete.

“No puede ser que un policía condenado siga prestando servicio. No sé en qué país estamos”, vociferaba lleno de impotencia y con lágrimas en los ojos Alberto Anastasio Medina, un hombre que se acercó en la mañana de ayer hasta el Ministerio del Interior para denunciar que un suboficial de Policía que había sido condenado por dispararle a su hijo, en el año 2012, aún presta servicio –como si nada hubiera ocurrido– en la Comisaría 5ª Metropolitana.

Se trata del suboficial Narciso Cañete, que fue condenado en Ciudad del Este el pasado 28 de abril de este año, por Sentencia Número 76, en el que un tribunal le impuso la pena de cinco años de privación de libertad por haber sido hallado culpable de disparar contra el joven Anderson Medina (24), en la noche del 1 de julio de 2012, en el kilómetro 10 de Minga Guazú. El vehículo en el que viajaba Medina fue alcanzado por varios proyectiles de bala y una de ellas dio en el joven, que acusó el disparo en la parte de la columna vertebral, de cuya consecuencia estuvo postrado varios meses y tuvo que recibir un riguroso tratamiento para volver a caminar.

Su padre, Narciso Medina, expresó que la familia ya estaba convencida de que el policía que le disparó a Anderson estaba cumpliendo su condena y suspendido de sus funciones. Pero grande fue la sorpresa cuando el pasado viernes 19 de agosto, mirando el noticiero, vio que el suboficial Cañete acaparaba las cámaras en un procedimiento realizado en la Chacarita. “Le vi en Canal 9 que estaba haciendo procedimiento; todo el mundo vio. Nadie creyó que esté activo; nosotros pensamos que estaba suspendido. Por eso vengo a pedir alguna explicación”, decía Narciso, que tuvo que quedarse con la carpeta en la mano esperando toda la mañana, ya que no lo recibió el ministro Francisco De Vargas, a quien tenía pensado presentar una carta en la que detalla las irregularidades y denuncia al comandante Críspulo Sotelo.

“Con los últimos acontecimientos ocurridos con otros policías gatillo fácil, usted, señor ministro, dijo que no apañaría a nadie; sin embargo, a cuatro años del hecho y procesamiento de Narciso Cañete, condenado a cinco años de Penitenciaría, el mismo se burla de la Justicia, de la ciudadanía, de nuestra familia, cobrando su sueldo y trabajando como si nada hubiera ocurrido en una institución que tiene la facultad constitucional de protegernos”, dice parte del escrito que en párrafos siguientes arremete contra el comandante de la Policía, a quien señalan como el protector del suboficial Cañete.

AMENAZAS. Alberto Medina también realizó otras fuertes acusaciones contra los uniformados de Ciudad del Este, quienes, según él, en varias ocasiones intentaron amedrentar a su hijo en la bodega donde trabaja actualmente. “Del Estado no recibimos ninguna ayuda; hasta el momento solo recibimos amenazas. Mi hijo tiene un negocio en el centro y efectivos policiales lo amedrentan”, concluyó.

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