El director de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, Manuel Garay Romero, había enviado el lunes 30 una nota informando a la Corte Suprema de Justicia sobre la fuga y recaptura del recluso César Ramón Ortiz Sosa.
En la nota señala que el hombre aprovechó la salida de las visitas para disfrazarse de mujer y burlar así los puestos de control, primeramente la oficina de guardia, la revisión de damas y finalmente ganó la calle atravesando el portón principal N° 1 del penal.
Agentes policiales de Investigación de Delitos lo detuvieron a pocas cuadras de la penitenciaría.
Informa, además, que en ese momento un grupo de reclusos, denominados pasilleros, ocuparon ambos sectores del tinglado y la entrada de la oficina de guardia del penal, produciéndose así la retención de cerca de 15 agentes penitenciarios, como protesta por la detención de Ortiz Sosa y exigiendo que este sea devuelto al penal de Tacumbú. Ante dicho escenario, se reforzó la seguridad con efectivos policiales.
El director mencionó que se reunió para dialogar con los reclusos amotinados, y explicarles que la vuelta del fugado ya no estaba en manos de la institución, y que con la medida tomada no se conseguiría nada favorable. Finalmente, los reclusos accedieron a liberar a los funcionarios que fueron tomados de rehenes.