De hecho, la producción de la EBY registra reducciones anuales desde 2017 (ver infografía) y en el 2021 produjo, por ejemplo, 38,17% menos que el año 2016. En contrapartida, obviando los años 2016 y 2017, el suministro de energía a Paraguay aumentó de 477 GWh en 2018 a 2.314 GWh en el 2021.
El técnico de la EBY relató que, al ser la hidroeléctrica una central de pasada o no tener la capacidad de acumular agua que permita regular el caudal afluente, está supeditada a la variación del río Paraná, a la del río Yguazú y a los aportes de las lluvias en la cuenca próxima del río Paraná, y la crisis hidrológica la afecta.
“Esta situación hidrológica desfavorable, aun contando con las 20 unidades rehabilitadas y disponibles para la capacidad nominal de la central desde el año 2021, hizo que Yacyretá durante el año 2021 haya generado 10% menos energía que el año 2020 y 31% menos que en el año 2018”, lamentó Encina.
Agregó que la expectativa no es muy favorable para este año, ya que la tendencia de los primeros meses es que la situación sea igual o incluso peor a la del año pasado. Además, en caso que llueva en el Amazonas, “allá arriba donde comienza a cargarse el río”, las centrales hidroeléctricas brasileñas, que también están con bajo nivel de agua, primero acumularán agua en sus embalses, lo mismo hará Itaipú, y la EBY deberá esperar el agua que viene por el Paraná.
Cambio climático. Sobre el impacto del cambio climático en la producción de la EBY, el jefe del departamento técnico de la central señaló que existen grupos de estudio sobre aspectos meteorológicos, de análisis hidrológicos y de la navegabilidad del río Paraná, y “el componente del cambio climático y los efectos de la Niña y el Niño son evaluados”.
“En la producción de Yacyretá incide directamente el caudal del río Paraná y su comportamiento anómalo comparado con la serie histórica de caudales del mismo, originado en el largo periodo de sequía que se experimenta actualmente (...). (Se) debe incluir un análisis más exhaustivo del cambio climático y la sustentabilidad de los recursos naturales”, expresó.
Situación afectó transporte fluvial
El ingeniero Juan José Encina agregó que la situación que afecta la producción de energía también impactó en el transporte fluvial a través de la esclusa de navegación de Yacyretá. “El impacto del bajo caudal del río Paraná tiene como consecuencia una reducción de los productos esclusados que en el año 2021 fue de 64% menos que el año 2018 y solo en el año 2021 fue 43% inferior a la del año 2020”, contó.
A pesar del bajo nivel del caudal del río, hubo acciones coordinadas para permitir disponer de los caudales mínimos para la operación de la esclusa. En cuanto a los números, desde 2018 bajaron los productos esclusados. En toneladas, fueron 2.757.255 en 2018; luego 2.454.893, en el 2019; en el 2020, 1.730.678; y en el 2021, 986.282.