“Cuando la ciudadanía se siente satisfecha o cuanto menos siente que sus instituciones y sus regímenes de gobierno apuntan a construir estabilidad, bienestar y satisfacción de demandas mínimas”, resaltó.
El legislador mencionó que existe en ese sentido gran descontento. “Es poco probable que podamos pintar un paraíso si nuestras instituciones sucesivamente fracasan”, agregó. Paraguay fue posicionado entre las democracias defectuosas, según la revista The Economist.
Para Querey, existe mucha presión ciudadana y mediática sobre el Poder Ejecutivo y Legislativo, cuando el Poder Judicial presenta muy poca mejoría con respecto a su desempeño.
Igualmente, apuntó a la carencia de programas en servicios básicos. “La evaluación de la ejecución tanto de la legislación como de los recursos existentes en el país, también cuenta con un discreto o pobre desempeño. Nadie está satisfecho con la salud ni la educación”, resaltó.
Finalmente, refirió que las instituciones siguen funcionando como en la época de la dictadura. “Tenemos muchos años de construcción de estas instituciones, como 70 años, y no se ha deshecho esa construcción, las instituciones siguen funcionando con las mismas reglas de juego que en tiempos de Stroessner”, puntualizó.