La tarde del pasado lunes se tiñó de negro para Juan Tomás Estigarribia y su esposa Miriam Raquel Morel, que perdieron a su pequeña hija María Eugenia Estigarribia Morel, de tan solo 8 años, tras ser atropellada por una camioneta BMW, en el kilómetro 7 del ramal Teniente Esteban Martínez, camino a Puerto Falcón. La niña fue embestida por la lujosa camioneta que era guiada por Guillermo Barrios Báez (33), quien se dirigía a Puerto Falcón. Según los primeros informes recabados de fuentes policiales, la niña trabajaba con su madre a la vera de la ruta, en la venta miel; en un momento dado se acercó un cliente con la idea de comprar el producto, pero como la mujer no tenía para darle el vuelto, pidió a su hija que fuera a la casa para traer el cambio. Cuando la niña cruzó la ruta, fue embestida brutalmente por la camioneta. Su cuerpo quedó tendido en el asfalto, ya sin signos de vida.
El conductor del vehículo, según manifiestan los familiares, intentó huir, pero fue interceptado por los uniformados. Barrios Báez fue trasladado hasta la comisaría 4ª de Villa Hayes, donde permaneció hasta la tarde de ayer. Finalmente, quedó libre por disposición de la fiscala Josefina Aghemo de Lorenzi, aunque esta explicó luego que prosiguen las investigaciones y el conductor que protagonizó el accidente fatal sigue ligado al proceso. “Él sigue dentro del proceso; se le tomó declaración indagatoria y ahora tenemos que determinar si es que hubo negligencia de su parte. Estamos escuchando testimonios de los vecinos que fueron testigos del hecho”, indicó la fiscala Aghemo.
burlas. El padre de la niña fallecida, Juan Tomás Estigarribia, lamentó que el conductor no se haya hecho cargo de la situación, además de haberle tratado de forma despectiva, burlándose de la trágica situación. “Yo me tuve que endeudar para pagar los gastos del sepelio. Además, este señor me trató muy mal, me dijo, cuando le pasamos los costos del sepelio, que para qué quería un cajón de 11 millones para mi hija si yo ni siquiera tengo techo. No es justo que nos trate así”, se quejó don Juan, quien trabaja como obrero en una fábrica de cerámica, con el que mantenía a sus cuatro hijos, ahora le quedan solo tres.
El hombre anunció que ya recibió el apoyo de sus vecinos y también el asesoramiento de una abogada con quien iniciará acciones legales contra el que ocasionó el accidente.