Mujeres del Buen Pastor también hicieron chipas por Semana Santa

Las rejas del penal no impiden a las mujeres privadas de libertad sumarse a las celebraciones religiosas y tradicionales de la Semana Santa; incluso, hacen negocio.

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Arduo trabajo. Alrededor de 10 internas trabajaron durante varias horas para que las chipas estén listas para consumirse.

Un grupo de diez internas del Buen Pastor se unió a la tradicional “chipa apo” y, lideradas por Elba Flores y Antonia Torres, estuvo trabajando desde el viernes 27 de marzo en amasar ingredientes para alrededor de mil chipas, que luego fueron distribuidas en dos grupos: una gran parte fue para las propias internas y los agentes penitenciarios y administrativos. Por otra parte, elaboraron chipas para la venta, tanto a empresas como a personas que realizaron pedidos, y para las visitas.

“Es una tradición que se haga la chipa en esta época. Ahora están haciendo para la población interna, pero también se hizo para vender”, explicó la directora del penal, Ana Dina Coronel, que presenció cómo las internas trabajaron de manera ardua para tener listas las chipas en la siesta del Miércoles Santo y que todas puedan degustarla y así entrar en el contexto de la Semana Santa, que también es un tiempo de reflexión para las 482 reclusas que actualmente pueblan la cárcel de mujeres.

“Este tiempo suele ser más tranquilo, porque las internas respetan mucho estos días santos”, agregó la directora, que está al frente del penal desde el 10 de noviembre del 2014.

De exportación. Elba Flores, una de las internas que trabaja en la panadería del penal y que está al frente del proyecto, manifestó que las chipas también constituyeron una fuente de ingresos para las internas, ya que recibieron pedidos de empresas vinculadas a la Unión Industrial Paraguaya.

“Estuvimos trabajando mucho para esta actividad. Tenemos una página en el Facebook que se llama Catering para eventos, donde se recibieron muchos pedidos para la elaboración de las chipas. Hoy (por el Miércoles Santo) estamos entregando los últimos pedidos”, expresó la mujer que se perfeccionó en el arte de la cocina y la repostería estando tras las rejas y hoy en día es toda una experta, y tanto los productos elaborados por sus manos como por sus compañeras tienen calidad de exportación. “Nuestro fuerte está en las tortas temáticas que hacemos para eventos. Tenemos personas allegadas que están afuera que nos ayudan a entregar los pedidos. A fines del año pasado enviamos 500 pandulces que fueron exportados a Miami. Ahora mismo, estamos trabajando para tener un espacio más adecuado para desarrollar nuestras actividades”, indicó la interna.

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