Matriz salarial III (final): 2015-18

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En el sector público, los pagos salariales y otras remuneraciones siderales dieron en 2012/13 saltos bruscos, llegando a representar hasta el 86% de la recaudación impositiva. Y, desde luego, allí no prevalecía meritocracia, sino cleptocracia. Estos factores fueron causas principales de la “mala calidad del gasto público”. Posteriormente, desde el 2015, se realizó un ajuste de remuneraciones públicas, que pasó a denominarse “Nueva matriz salarial”. Según ella, de solo G. 5.755.500 mensuales en el 2014 se catapultaron a G. 22.000.000 tan solo 4 años después. Los gastos de representación permanecieron iguales. Es así que el sueldo y los gastos de representación llegaron en el 2018 a una suma superior 24,9 millones G./mes (en 2014: 24,2 millones de guaraníes). Desaparecieron de los datos oficiales en el 2018 las bonificaciones, pero sueldos y asignaciones permanecieron en alto nivel. Y en circunstancias especiales, las remuneraciones totales son superiores. Hoy, matriz salarial y cleptocracia siguen siendo responsables principales de la pésima calidad del gasto público.

Cuadro del Ministerio de Hacienda. Ver el original en su página web.

OFICIALISMO TRIUNFALISTA. Los analistas oficiales, que comentan el gráfico, escriben que en la nueva matriz salarial se logra “una verdadera profesionalización del sector público, ya que en el régimen anterior se tenían choferes o secretarias que obtenían un título universitario y pasaban a percibir la bonificación por grado académico, pero seguían cumpliendo las mismas funciones (chofer o secretaria). En la nueva matriz salarial, para acceder a un salario superior debe asumir mayores responsabilidades, asociadas a la formación que tienen.” Y continúan afirmando que la matriz salarial no es un incremento disfrazado, en donde se triplican los salarios. “Si miramos la composición del salario de un ministro del Poder Ejecutivo bajo la estructura anterior (hasta el 2014) y la actual, observamos una simplificación de los conceptos y con un incremento mínimo del 2,7% en el total de las remuneraciones percibidas, manteniéndose invariable desde el 2015.”

DE MEJOR A MEJOR, DICEN. Argumentan que el total de gastos en salarios no aumenta como consecuencia de la nueva matriz salarial. “La nueva matriz salarial solo afecta al personal administrativo que presta servicio en el sector público (21% del total de funcionarios). Si bien el gasto salarial sigue aumentado en su conjunto, considerando las demás carreras, si aislamos a las entidades que solo cuentan con personal administrativo, observamos una contención de los sueldos y las bonificaciones pagadas a los funcionarios públicos”. Y, finalmente, concluyen que “en el 2016, se observa una caída en los sueldos y leve crecimiento en las bonificaciones y en el 2017 un crecimiento leve en ambos conceptos. Lo ejecutado en el 2017 es inferior al 2015, por lo que concluimos que la matriz, aparte de ser un instrumento para ordenar y corregir las debilidades del formato anterior, sirvió además para la contención del gasto salarial”.

¿FRENO AL GASTO SALARIAL? Por lo tanto, en la visión de Hacienda en sus cuadros ad hoc (ver su página web), la nueva matriz sirvió en los últimos años para la contención del gasto salarial. Esta afirmación oficial cae en entredicho con las investigaciones ya publicadas y a ser publicadas en estas columnas (matriz salarial y cleptocracia mantienen mala calidad del gasto público) así como con la última publicación del Banco Mundial, la que será abordada en próximas entregas.

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