Macri y el sacudón paraguayo en la EBY

Por Miguel Benítez – TW: @maikbenz

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Por Miguel Benítez @maikbenz

Más de 40 años del acuerdo para la construcción de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), más de 20 años de la operación de la primera unidad generadora, casi dos años desde que se empezó a revisar el Anexo C del Tratado y parece que Paraguay recién está despertando de su modorra. Y cuando digo que “parece despertar” es porque de verdad quiero darle el beneficio de la duda al Gobierno y quiero creer que las cosas van a cambiar, ya que a todo el pueblo paraguayo, sin distinción de ideologías o partidos políticos, le conviene que funcione bien la hidroeléctrica de una vez por todas. No obstante, falta ver más señales que solo cambio de nombres.

El pedido de renuncia a Juan Schmalko (que tenía un cargo político) y la designación de un técnico, Ángel Recalde, como nuevo director paraguayo de Yacyretá, es apenas un manotazo de ahogado en un problema mucho más profundo. También hubo cambios a nivel administrativo y no se descartan modificaciones en el Consejo de Administración.

¿Hacía falta que asuma Mauricio Macri la presidencia argentina para que Paraguay entienda lo que se juega en el emprendimiento binacional? ¿Hacía falta que los argentinos coloquen técnicos en su lado de la EBY para que Paraguay imite la decisión? ¿Era necesaria la movida del país vecino para entender que una empresa de alto nivel técnico no tiene que ser un mitin partidario? ¿El director argentino de Yacyretá tenía que pedir transparencia para que aquí reaccionen?

Siempre es positivo colocar a profesionales del área al frente de una institución energética. Sin embargo, no puedo evitar pensar que lentamente Argentina está imponiendo su agenda en la represa, como lo hizo en casi medio siglo. Por algo todo lo que está exigiendo Macri, directa e indirectamente, aquí lo están haciendo sin poner reparos. No hay que olvidar que el presidente argentino es un empresario, cuya ley primera es obtener las mayores ganancias con los menores egresos posibles. Esa regla, aplicada a la hidroeléctrica, sería llevar la mayor cantidad de energía a su país al menor costo. Se debe tener cuidado.

El Gobierno Nacional tiene que tener bien clara la película y mejorar su estrategia para la revisión del Anexo C del Tratado. Recalde, cuestionado en el pasado por su primera gestión en Yacyretá, ahora tiene la obligación de quitarse el estigma del preacuerdo de Nicanor Duarte Frutos si es que desea contar, no solo con el respaldo del Senado, sino también con el apoyo ciudadano. Debe ser transparente en sus gestiones, replantear sus propuestas para las negociaciones y rodearse de especialistas en la materia, no de personas que solo quieren beneficios económicos.

Es hora de que la situación cambie. Ojalá el sacudón de Macri sea más beneficioso que perjudicial para Paraguay, aunque esto ya dependerá exclusivamente de nuestras autoridades.

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