La devaluación del real golpea al Brasil y también al Paraguay

La histórica devaluación del real, que ya supera el 20% en un año, sigue golpeando al agonizante comercio de frontera y también amenaza a las cadenas productivas instaladas en el país bajo el régimen de maquila orientadas al mercado de Brasil.

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Agoniza. El comercio en el Este está seriamente afectado.

“La depreciación del real, la situación económica de bajo crecimiento, la inminente reducción de la cota de compra de 300 a 150 dólares (para los brasileños), el endeudamiento del consumidor de ese país y el aumento de los intereses bancarios hace que se reduzca su poder adquisitivo, y en virtud a esto se ve afectado todo Paraguay, no solamente el comercio de frontera”, declaró Tony Santamaría, titular de la Fedecámaras de Ciudad del Este.

El cambio actual, de casi tres reales (2,9) por dólar, se posiciona como una de las cotizaciones más bajas de los últimos años, solo en enero último ha registrado una devaluación de 8%, acumulando desde el 2014 un 22%.

Santamaría indicó que los diversos gremios están en conversaciones tanto con el Gobierno departamental como el central, buscando alguna “ecuación” que mitigue o reduzca en alguna medida el impacto de la coyuntura del vecino país, que por su tamaño y su relación con la economía local indefectiblemente golpea a Paraguay. “Aún no hemos encontrado un punto de equilibrio, pero por lo menos vemos voluntad por parte de las autoridades, con el fin de que no se vean afectados los niveles de recaudación de impuestos, así como el empleo”, agregó.

El empresario apuntó que se debe avanzar en la reconversión que se tiene que adoptar para que los inversionistas que están instalados en frontera se queden en Paraguay. “Existen inversionistas que han inyectado capital en bienes raíces, en modernización, sin mencionar todo el know how que se puede perder”, afirmó.

COYUNTURA BRASILEÑA. “La economía brasileña está atravesando un periodo de ajuste macroeconómico, en el sentido de que el gasto tanto público como privado debe volver a niveles sostenibles en el nuevo escenario internacional, con menores precios de commodities de exportación y mayores costos de financiamiento externo”, explicó el economista César Barreto.

Por un lado, Brasil está iniciando un ajuste fiscal para recuperar la confianza en la política económica y lograr nuevamente un superávit fiscal primario de alrededor del 2% del PIB. Este ajuste tiene consecuencias recesivas en el corto plazo, pero le permitirá poder mantener una calificación de grado de inversión para el país y a mediano plazo recuperar el crecimiento del PIB a su nivel potencial.

El crecimiento potencial de la economía brasileña es bajo y de alrededor del 2%. Para mejorar esto requiere de reformas estructurales que incrementen la productividad y la competitividad del país, señaló. “Una economía debilitada por factores de ajuste coyuntural y de baja productividad han debilitado al real y la cotización del dólar está volviendo a niveles que habíamos observado a principios de la década pasada”, puntualizó.

Sostuvo que la economía brasileña tiene alta importancia para Paraguay, más aún en los últimos años, en los que se han desarrollado cadenas productivas integradas a la industria de ese país, que están resintiendo la situación. Refirió, además, que el comercio de reexportación se ve afectado negativamente por el menor ingreso disponible de los consumidores brasileños, debido justamente a la debilidad del real y también al menor dinamismo del empleo y la mayor carga de la deuda que están enfrentando los consumidores.

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