Todo fue acompañado por tareas de limpieza en el predio de diez hectáreas, cuyo costo está estimado en USD 100 millones, el cual fue convertido hace solo un año y dos meses en área verde de esparcimiento, a través de una inversión de G. 10.000 millones con fondos de Itaipú.
En el lugar se observan pequeños indicadores de plantines de árboles de especies nativas, la mayoría de los cuales están secos por falta de riego y cuidado; a lo que se suma la clausura de los baños por el mal estado de los mingitorios y sanitarios.
REALIDAD. El director de la previsional, arquitecto Gustavo Masi, indicó que las piletas ya quedarán vacías, atendiendo que mantener las bombas que hagan correr las agua para que caigan en cascada en varios puntos resulta muy costoso.
Recordó que en el acuerdo para crear el parque se establecía que el MOPC y el BCP debían mantener esa estructura, lo cual al final no se dio, definiendo el caso como “un mono que quedó para IPS”.
Concluyó que proyectan instalar en el sitio un gimnasio a ser tercerizado a 15 o 20 años o locales gastronómicos, para lo cual quieren rediseñar el parque, ya que su formato actual no sirve.