Información y poder

Por Gustavo A. Olmedo B. golmedo@uhora.com.py

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“Si una empresa puede controlar su acceso a internet y qué sitios web usted visita, entonces tiene un gran control sobre su vida”. Así lo advirtió recientemente el británico Timothy Berners-Lee, científico informático e inventor del WWW (World Wide Web) hace 25 años atrás, y que actualmente reclama la necesidad de una declaración de derechos que garantice la independencia en internet y la privacidad de los usuarios.

Y no es para menos, pues cada vez resulta más evidente la influencia que tiene la llamada red de redes, si bien todavía nos cuesta dimensionar del todo su verdadero impacto.

“Si un gobierno puede bloquear el sitio al que usted quiere acceder, páginas de políticos de la oposición, por ejemplo, entonces podría estar ofreciendo una visión sesgada de la realidad para mantenerse en el poder”, señaló el científico, agregando que el control de esta tecnología se ha vuelto “algo tentador” para gobiernos y empresas.

Los ejemplos del impacto del manejo y difusión de información en internet son numerosos; desde aquellos más lejanos –aunque la distancia en la red es dato virtual–, como las filtraciones reveladas por Edward Snowden, ex empleado de la CIA y la NSA, hasta otros más locales, en donde fotografías y datos difundidos en Facebook provocaron la destitución de un comandante de la Policía Nacional o la renuncia de un juez acosador en nuestro país, entre otros.

Años atrás, una publicación de la revista Time daba cuenta de cómo Barack Obama empleó un ejército de analistas que utilizaron decenas de bases de datos de las redes sociales para analizar las tendencias electorales y refinar las campañas publicitarias y los mecanismos de recaudación de fondos. Toda información fue aprovechada: actor preferido, películas, horarios de exposición a la tevé y PC, comentarios en los muros, fotos, música de preferencia, y otros. Todo ello clasificado según edades, clase social, empleo, raza, formación académica, etc. La recolección de datos de millones de personas permitió predecir y hasta impulsar a los votantes a que apoyen a su candidato, además de realizar simulaciones de elecciones cada noche, indica Time. El éxito electoral fue contundente.

Acceder y controlar información es un factor de poder, que exige no solo idoneidad, sino mucha responsabilidad y ética. En una sociedad “internetizada” urge garantizar la independencia de las redes así como la privacidad de los usuarios, pero no sin proteger el derecho a la información y la libertad de expresión. Quizás, también sea hora de plantearnos el uso más saludable de las redes; educándonos a administrar aquellos impulsos sobrecargados de “egos”, vanidades y morbo que saturan estérilmente los estantes de esta vidriera mundial.

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