Las armas pertenecían a los uniformados que fueron emboscados y muertos durante un operativo antidrogas el pasado 24 de abril, confirmaron las autoridades.
Las armas largas estaban envueltas en una bolsa y enterradas. Estas fueron localizadas en las inmediaciones de un campamento oculto en una zona boscosa de una propiedad rural, ubicada a unos siete kilómetros del casco urbano.
Los agentes policiales llegaron hasta el sitio luego de obtener informaciones de inteligencia, según confirmó el comisario Rafael Sánchez, jefe del Departamento de Antinarcóticos, en el Departamento de Concepción.
Las evidencias fueron llevadas hasta la capital del departamento del mismo nombre para ser sometidas a pericia, informó el jefe policial.
Tres agentes policiales fueron asesinados en la supuesta emboscada por presuntos narcotraficantes. En el ataque mencionado fallecieron el subcomisario Éver Espínola Torales y los suboficiales Silvio de Jesús Espínola Cáceres y Arístides Ramón Zalazar Talavera. El suboficial Marciano Flecha pudo sobrevivir.
Todos ellos estaban realizando patrullaje por la zona, que se caracteriza por tener plantaciones de marihuana.
Personas ligadas al mundo del narcotráfico habría disparado a los agentes desde algún lugar del monte.
Francisco Gabriel Fernández González (43) fue detenido en la noche del martes 10 de mayo, en la zona de Parque Bravo, Concepción. La Policía sospecha que el hombre está vinculado con el caso de triple homicidio de los uniformados.
La detención se produjo luego de encontrar varios campamentos narcos en la zona. En uno de ellos se halló un carnet de portación de armas a nombre de Fernández González, por lo que estuvo en la lupa de los investigadores.
Este caso está siendo investigado por el fiscal Joel Díaz, quien afirma que seguirán realizando operativos en la zona para tratar de llegar hasta los responsables del crimen. JR