Fin de una etapa escolar con aulas que requieren refacciones urgentes

Grietas, pisos que se hunden y la humedad que se apodera de las aulas se observan en las escuelas al término de la primera fase del año lectivo. Mientras, el MEC sigue a la espera de concretar licitaciones.

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Grietas en el piso y paredes del salón del Preescolar contrastan con el hermoso predio de la escuela El Molino, ubicada en uno de los rincones de Asunción, en el barrio Ita Pytã Punta. El muro que divide a la institución de gestión oficial con la vía pública también tiene fisuras y parece derrumbarse en una de las esquinas.

Es la imagen de más de 3.000 centros educativos (según datos oficiales) que tienen problemas graves de infraestructura en todo el país.

Pese a estos dramas, ninguna intervención se realizó en la estructura de esta escuela, ni con recursos del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) o del Municipio, con el Fonacide.

Un informe de la Dirección General de Infraestructura de la cartera educativa remitido a la supervisión de la zona, confirmó en agosto del año pasado que en El Molino existen problemas donde “urgen su solución por poner en riesgo la integridad de los alumnos a corto y a largo plazo”.

El documento fue elaborado el 8 de agosto del 2016 por el ingeniero Gustavo Melgarejo.

El Molino lleva ese nombre por la fábrica de alimentos que cerró hace ya varios años en la zona. La directora del local escolar, María Rosalinda Benítez, comentó que precisamente la fábrica se encargaba de las refacciones en la institución. Pero la antigua fábrica fue clausurada y los propietarios abandonaron el barrio.

El establecimiento es escuela área y tiene a su cargo colegios subvencionados y privados de los alrededores como el CEPB o el Alberto Schweitzer.

Se hunde. Hay escuelas donde los chicos dan clases bajo árboles porque las escuelas se caen. No es el caso de la institución Delia Frutos del barrio San Antonio de la capital, donde el problema es el piso que se viene abajo con los años.

El hundimiento se debe probablemente a que el establecimiento se encuentra debajo de un ykua, según relató la directora Anicia Torres.

El desprendimiento llega al patio, corredores y a las salas de clase, como el espacio que corresponde a los niños del séptimo grado.

El hundimiento se nota a simple vista en el aula del séptimo, donde la abertura se da justo bajo la pizarra acrílica. La humedad es otra característica del instituto. La filtración afecta a paredes de los sanitarios, salas y el patio.

La directora apuntó que es díficil el mantenimiento, pues este año apenas recibieron G. 1.800.000 en concepto de la gratuidad educativa.

Aguardan. El director general de Infraestructura del MEC, el arquitecto Juan Fariña comentó que en cuanto a obras siguen esperando que se concrete la licitación para la reparación de 676 escuelas en todo el país.

Esta licitación arrastra retrasos desde hace cuatro años. El ministro de Educación, Enrique Riera había dicho que las obras arrancarían el mes pasado, pero todavía no se concretó. Sobre los casos de Delia Frutos y El Molino, dijo desconocer si existen informes, pero prometió averiguar al respecto.

Además, indicó que presentarán un proyecto alternativo exclusivo para la reparación y mantenimiento de 3.500 centros educativos donde urgen intervenciones por G. 170.000 millones con recursos del Fonacide, que estarían disponibles para el 2018.

“Esperamos al menos USD 1 millón para el mantenimiento de algunos centros ya este año”, aseguró.

LAS CIFRAS

3.500 escuelas del país necesitan de manera urgente refacciones y mantenimiento, según el MEC.

676 son obras donde se tienen previsto invertir USD 73 millones desde el 2013 y que sigue sin concretarse

170.000 millones de guaraníes requiere el MEC para mantenimiento y reparación de 3.500 escuelas de todo el país.

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