El encuentro fue convocado por el Congreso Democrático del Pueblo (CDP), el Colectivo Nulidad Ya, Familiares y Víctimas de Marina Cué, la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), el Frente Estudiantil por la Educación (FEE) e instituciones eclesiásticas.
Ermo Rodríguez, coordinador del CDP, fue uno de los voceros y señaló que “con rabia” hay que decir que en Paraguay se siguen violando los derechos humanos “cada día, todos los días”.
“Y mirando en el tiempo y los años que pasaron desde 1948, año en que fue declarado el Día Internacional de los Derechos Humanos, se siguen violentando y atropellando los derechos individuales y colectivos. Una vez más, como otras veces, en fecha y conmemoración importante, estamos de nuevo en la calle y en la plaza, para encontrarnos en lucha y movilización”, señaló Rodríguez.
Advirtió sobre el terrorismo de Estado como una práctica de persecución, amenazas, asesinatos, apresamientos o imputación contra dirigentes sociales y políticos.
“Si no, cómo podemos entender esta política de Horacio Cartes de entrega y de saqueo, que se concreta en concesiones, privatizaciones, deudas externa e interna, esta política de usen y abusen que trae consigo la pérdida de nuestras riquezas, zozobra para los trabajadores, enajenación de los patrimonios del Estado, pérdida absoluta de soberanía”, enfatizó.
Indicó que este Estado y los sucesivos gobiernos, con sus políticas antinacionales y antipopulares, dejaron como huella de sus administraciones la violación de los derechos.
Aseguró que para los gobiernos de turno la Declaración de los Derechos Humanos es letra muerta.
“Los desalojos violentos de indígenas y campesinos de su tierra y de su comunidad se convierten en la violación más arbitraria y elocuente del derecho a la tierra en el campo. Y una vez que son expulsadas las comunidades, se refugian en las ciudades, para ser de nuevo víctimas de violaciones”, puntualizó Rodríguez.
La Cancillería, por su parte, ratificó su compromiso con la vigencia de los DDHH.