La siembra de soja avanza de forma continuada en Alto Paraná e Itapúa, pero en el Norte del país los trabajos todavía son escasos, debido a la falta de lluvias. Los productores de la zona están preocupados sobre todo porque no hay un pronóstico de precipitaciones para los próximos días.
En Alto Paraná la siembra alcanzará gran parte de sus proyecciones de superficie esta semana, estimó el vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedrichsen. Esto significa un comportamiento muy auspicioso, teniendo en cuenta las perspectivas climáticas para los siguientes meses, que en cambio pueden afectar a las áreas que aún no fueron cultivadas, como el caso de Canindeyú. “Están muy preocupados en el Norte, aunque todo estará bien siempre y cuando se pueda sembrar en octubre”, expresó.
Explicó que ni siquiera los focos de incendio se extinguieron hasta el momento en los departamentos del Norte de la Región Oriental.
En Itapúa ya se observan parcelas con germinaciones. En los últimos días hubo una pausa en los operativos a raíz de las lluvias, que por otro lado favorecerán a las semillas que fueron echadas recientemente. Blanca Saiki, representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, considera que la siembra se extendió a aproximadamente el 40% de la superficie agrícola.
El periodo de la soja tempranera va hasta el 15 de octubre y la de medio ciclo hasta el 15 de noviembre; posteriormente se plantan las tardías, pero los rendimientos ya son muy bajos. La recomendación es apenas alcanzar noviembre para tener una buena producción para el 2022.
TRIGO. La cosecha de este cereal avanzó en un 50% y aunque con mermas en los rendimientos. “Los rindes son regularmente bajos por las heladas, pero por lo menos está saliendo trigo y creemos que el Paraguay se podrá abastecer con trigo propio”, indicó Friedrichsen.
Esto implica que se verán afectadas las exportaciones de trigo y de harina por la menor disponibilidad de materia prima. En promedio se obtienen entre 2.500 y 2.800 kilos por hectárea, siendo el Sur la zona más perjudicada.