El bloque Colorado Añetete en el Senado vuelve a ser clave a la hora de la definición de la pérdida de investidura del llanista Dionisio Amarilla.
Los integrantes del sector esperan que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, baje línea, y se habla de una reunión pendiente que podría darse esta mañana.
En cualquier momento se puede convocar a una sesión extraordinaria en el Senado para tratar la expulsión.
Esta mañana también se prevé la reunión de la mesa directiva con los líderes de bancada, en la que sin duda el caso de Amarilla se debatirá.
El parlamentario liberal está acusado de uso indebido de influencias e intento de soborno al periodista Juan Carlos Lezcano.
La semana pasada saltó el caso junto con videos en los que aparece Amarilla mediando por su amigo Óscar Chamorro para que sus empresas de seguridad consigan una millonaria licitación con el Instituto de Previsión Social.
Tras conocer los antecedentes, Marito decidió dejar sin efecto la licitación, y ordenó que se abra una investigación.
El líder de la bancada Añetete en la Cámara Alta, Enrique Bacchetta, decidió convocar a una reunión con todos los miembros, que al final quedó sin efecto por ausencias por motivo de viaje y otros por enfermedad.
Sin embargo, el colorado fue contundente al señalar que el mandatario tendría que destituir al titular del IPS, Armando Rodríguez, en el caso que este no renuncie.
EMBRETADO. Marito prácticamente se encuentra entre la espada y la pared, ya que los llanistas son sus aliados, y con los mismos quiere mantener un pacto sobre la mesa directiva por la gobernabilidad.
El sector liderado por Blas Llano no está dispuesto a perder una banca, que es justamente la de Amarilla.
Es que en caso de que este sea expulsado, entonces quedará en su lugar el efrainista Eusebio Ramón Ayala.
La primera crisis que se había dado entre Añetete y los llanistas fue por el caso del ex contralor Enrique García.
El bloque abdista tuvo que esperar hasta último momento que el mandatario bajara línea sobre el juicio político al ex alto funcionario.
Cuando se cerraron los números, García no tuvo opción más que renunciar, mientras el llanismo ejercía una férrea defensa a su favor.
Posteriormente, los colorados admitieron que esta situación generó un quiebre con los llanistas, con quienes acordaron la sucesión de la presidencia del Congreso.
LOS NÚMEROS. 23 es lo que se necesita en el Senado primeramente para que haya cuórum, en caso de que se convoque a una extraordinaria.
Hasta el momento, de acuerdo con el sondeo, se tienen confirmados 18 votos por la destitución de Amarilla.
Estos corresponden al bloque mayoritario de la oposición, entre los que figuran Patria Querida, Partido Democrático Progresista, Hagamos, Frente Guasu y los liberales efranistas.
Es un hecho que los llanistas se abroquelan en defensa de uno de sus referentes.
En cuanto al cartismo, solamente se tienen rumores de que podrían liberar los votos.
En caso de que eso suceda, y que haga lo mismo Añetete, Amarilla esta semana ya se quedaría sin banca.