Afara, quien finalmente se abrió del mandatario, estuvo prácticamente jugando a dos puntas y coqueteando al mismo tiempo con la disidencia.
Luego de no haber cerrado ningún acuerdo con Colorado Añetete, Afara decidió presentarse por su cuenta como candidato a presidente.
Siempre fue un secreto a voces que se repetía la misma historia de discordia entre un presidente y su vicepresidente, que recién salió a luz luego de que se conozcan las distintas aspiraciones políticas.
Afara incluso conformó su propio movimiento lo que había dejado entrever su alejamiento de Cartes.
Cabe recordar que el actual vicepresidente tuvo una escasa y casi nula participación como nexo entre el Ejecutivo y el Legislativo, que es lo que le exige la Constitución.
Días pasados, Fernando Lugo, quien fue electo presidente del Congreso por una mayoría aliada al cartismo había mencionado que estarían pidiendo que Afara cumpla con su rol constitucional de enlace entre Ejecutivo y Legislativo.