Marian Quiroga
Es una actividad divertida, placentera y liberadora. Bailar es beneficioso para todas las edades, ya que actúa como un entrenamiento completo para el bienestar general, además facilita las relaciones sociales. Independientemente de la edad, bailar solo aporta ventajas.
¿QUIÉN NO HA BAILADO NUNCA?
Al escuchar una música el cuerpo prácticamente se mueve al ritmo. Existen evidencias científicas que dicen que el baile genera bienestar y felicidad. Además, se trata de una actividad accesible a todo el mundo y se presenta en infinidad de opciones. La profesora superior de danza paraguaya y española Ana Fretes menciona que bailar solo hace feliz a las personas. “Ayuda muchísimo, ya que mejora el ánimo, cuando bailamos nos liberamos. Escuchar música nos inspira, hasta cantamos cuando lo hacemos”, relata la también instructora de zumba. El baile es una excelente manera de mantener en forma al cuerpo y la mente porque requiere que se practique muchas habilidades distintas. “Mejora el sistema circulatorio, cardiovascular, muscular, el equilibrio, la flexibilidad y el aumento de energía. Con solo bailar 50 minutos somos felices”, recalca la profesional. “Cada persona puede adaptar la forma de bailar a su físico”, añade. El baile obliga a usar muchas partes distintas del cuerpo, desde la cabeza hasta los dedos de los pies; por tanto, puede ser un entrenamiento del cuerpo completo. GENERA PLACER
Según las evidencias científicas al bailar el cuerpo libera endorfinas en el cerebro que actúan como neurotransmisores generando sensación de bienestar. Estas hormonas, conocidas como “las hormonas de la felicidad”, “están relacionadas con respuestas emocionales placenteras”, según la propia definición de la RAE. Por lo tanto, no solo se trata de una actividad física, sino de sustancias químicas que circulan por nuestro cerebro activando los centros de placer. “Las personas que bailan son más felices, porque con por lo menos una hora se olvidan de los problemas de la vida cotidiana”. Es también un instrumento muy común en terapias ante procesos de ansiedad, depresión o como una actividad más en grupos con problemas de comunicación. “También ayuda a combatir el estrés y la ansiedad”, añade la bailarina. Bailar es una buena manera de conocer gente nueva y de relacionarse con otras personas con la misma afición. Asimismo favorece la autoestima, ya que establecer relaciones con otras personas contribuye con ella y las actitudes positivas hacia uno mismo y los demás. También ayuda a mejorar la seguridad, porque cada vez que se consigue dominar un nuevo paso, acerca a un estado de confianza cada vez más positivo. A la hora de elegir el tipo de baile, varía en función de los gustos de cada uno. Se debe tener en cuenta las habilidades físicas y el tipo de música de preferencia. Algunas formas de baile son adecuadas para todas las edades, mientras que otras son más exigentes y requieren un poco de preparación física previa. Con estos beneficios, ¿qué más se necesita para concurrir a la pista de baile?
HORA FELIZ. Se recomienda bailar para liberar las hormonas naturales de felicidad.
SENSACIÓN DE FELICIDAD. Bailar también aumenta la vitalidad y la motivación.