De las rupturas familiares resultan hijos “sin rumbo”

“Da pena que muchos niños crecen solos, a la deriva, no tienen padre que les apoye, les guíe y les dé compañía”, resaltó el presbítero Juan Alejo Robadín en su homilía, ayer durante el inicio del novenario de la Virgen de Caacupé.

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Homilía. Los sermones en Caacupé estarán centrados en los jóvenes en el inicio del Trienio de la Juventud.

Durante su mensaje, en profundo idioma guaraní, el religioso destacó que los adultos deben volver a Dios y a su palabra para sostener a la familia. “Dios quiere que tanto la mujer y el hombre vivan en comunión toda la vida, para dar sostén y fortaleza a eso que la religión quiere y pregona, que el matrimonio es indisoluble”, apuntó al señalar que los niños, jóvenes y adultos “debemos tener de nuevo a Jesús en nuestros hogares”.

Robadín refirió que muchas veces las madres solteras deben multiplicarse para cuidar y educar a sus hijos y les resulta imposible, no pueden ellas solas. “Cuántos niños tenemos en el país que viven sin rumbo fijo, de jóvenes que están en las mismas condiciones”, advirtió.

“¿Dónde están los padres de estos niños y jóvenes? Cómo es que un niño o un joven va a crecer bien si es que su padre y su madre no están a su lado, no le acompañan”, remató el predicador. (D.B..)

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