Fotos: Fernando Franceschelli
Dibujar, diseñar, tomar un lápiz y plasmar en el papel formas que van fijando sus contornos y su espacio en su mente, en su imaginación. Mariela Benítez siempre quiso combinar su facilidad para idear objetos con una utilidad funcional a sus creaciones. Hoy puede decir que con la prótesis que ideó, no solo cumplió con sus expectativas personales sino que además está favoreciendo a otras personas.
Mariela culminó la carrera de Diseño Industrial con énfasis en Diseño de Productos, en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (FADA-UNA). Y hace dos años se incorporó al equipo de Po Paraguay, una organización sin fines de lucro que se dedica al diseño y fabricación de prótesis impresas en 3D.
Experiencia
“La primera prótesis que desarrollé en Po fue para personas con amputación parcial de antebrazo, la cual se empezó a entregar a los usuarios una vez terminado el diseño. Esta primera experiencia me sirvió para conocer de cerca el mundo de las prótesis impresas en 3D y su forma de uso. En este caso en específico, se podía observar ciertas dificultades de uso debido a la pérdida de algunos movimientos del brazo a causa de la amputación”, explica la joven.
Luego de investigar sobre niveles de amputación y sus características, se percató de que las personas con desarticulación de muñeca (amputación en la articulación de la muñeca) conservaban la rotación del antebrazo, uno de los movimientos más importantes, ya que permite orientar la mano al realizar casi cualquier actividad.
Sin embargo, ninguna prótesis para este nivel de amputación existente en el mercado, nacional o extranjero, aprovecha esta rotación, lo que motivó a Mariela a concentrarse en idear un proyecto que contemplara esa posibilidad, como parte del Trabajo Final de Grado de la carrera.
La prótesis desarrollada tiene la particularidad de aprovechar nuevas herramientas tecnológicas para brindar una solución especial a personas que perdieron la mano, pero conservan íntegramente el antebrazo. Esta amputación se caracteriza por permitir el movimiento de prono-supinación (en la persona sin amputación, esto es orientar la palma de la mano hacia arriba y hacia abajo).
En las prótesis disponibles hasta ahora no se aprovechaban esos movimientos ya que se rodeaba todo el antebrazo, dejando la mano en una sola posición y obligando a la persona a mover el hombro y el codo para orientar sus movimientos.
“El objetivo fue transmitir la rotación de antebrazo a la prótesis de mano. También diseñé accesorios para facilitar el uso de cubiertos, para que el usuario tenga autonomía en la alimentación, ya que una de las dificultades con la que ellos se encuentran es cortar la comida al tener una sola mano. Además, la utilización de los cubiertos es mucho más fácil con la prótesis que aprovecha la rotación, que con otra que no lo hace”, añade.
Costos
El desarrollo del proyecto fue financiado por Po Paraguay y el primer prototipo funcional se terminó en marzo de este año. Actualmente, la entidad ya entregó nueve de estas prótesis y el diseño sigue mejorándose según las necesidades. Po entrega los dispositivos con subsidio total o parcial del costo.
“Ahora que se realizó la defensa pública y el trabajo finalizó en el ámbito académico, con calificación sobresaliente, el modelo será compartido en la biblioteca online de acceso libre, de modelos 3D Thingiverse, para que cualquier persona del mundo acceda a la solución. Además, Po tiene en lista de espera pedidos de otros países que serán atendidos a partir de ahora”, explica Raquel Langjahr, docente de Trabajo Final de Grado de la carrera de Diseño Industrial, de la FADA-UNA.
La ventaja de la impresión 3D para la fabricación de prótesis es que los costos son mucho más bajos y los tiempos de fabricación más acotados. Además, permite que la adaptación de los dispositivos para cada usuario sea fácil, en comparación con los métodos de fabricación tradicionales.
Las prótesis normalmente poseen un peso y una rigidez que no restablecen las funciones de la mano. Además, tienen un costo elevado, de G. 15.000.000 o más. Sin embargo, las prótesis impresas en 3D permiten las acciones de abrir y cerrar la mano de la prótesis (con una tecnología mecánica de bajo costo) y una mayor funcionalidad porque son muy livianas. La gente accede a estos dispositivos a un precio que oscila entre G. 800.000 y 1.000.000, dependiendo del caso.
La innovación necesita de varios elementos. En este caso, la formación, que incluye la disciplina ergonómica y la tutoría de la carrera de Diseño Industrial; el nivel de desarrollo de prótesis de la Organización Po Paraguay; el uso de un modelo de prótesis mecánica de licencia libre, y la comunidad Thingiverse, para compartir avances de modelos 3D a nivel global. Todo esto hace posible una nueva solución, destaca la docente.
Avance paraguayo
“Hay que resaltar que Mariela trabaja desde hace un par de años en Po Paraguay, y esta organización tiene un gran mérito porque se está especializando, con mucha fuerza, en desarrollo de prótesis para brazos y manos. Su aporte es muy importante a nivel global, incluso si lo comparamos con otras organizaciones similares en el ámbito internacional. Y varios de esos avances en prótesis son producto del trabajo y la colaboración de Mariela”, agrega Langjahr.
Según la profesional, en la carrera pretenden que los trabajos se basen en un contexto real, razón por la que se debe pasar por un exigente proceso que haga factible la concreción de las propuestas. “Quiero rescatar la visión de trabajo de Diseño Industrial en la FADA-UNA. Vemos en nuestros estudiantes resultados de una creatividad única, por la sensibilidad y el compromiso social, algo que creemos va a ser distintivo del diseño nacional. Ellos adoptan esa mirada humana del diseño y la están llevando a su máxima expresión”.
Debido a que esta prótesis se realizó sobre modelos de licencia libre registrados por CC Creative Commons, se trata de un trabajo que debe ser compartido con el resto del mundo, por lo que el lucro no forma parte de la retribución al diseñador. “Por eso queremos que se pueda conocer el trabajo, y que tenga la repercusión que se merece”, menciona Langjahr.
Esta es una muestra del talento y la creatividad nacional, como para confirmar que los recursos humanos de nuestro país solo precisan de apoyo para desarrollarse. Voluntad existe, para darle una mano a quien la necesite.
@Poparaguay).