Esto sucede porque hubo un aumento en la población económicamente activa (PEA), con 37.000 personas más y a la vez que la economía paraguaya tuvo una desaceleración en el presente año, indicó Elizabeth Barrios, titular de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec).
La tasa de ocupación fue de 93,1% para el tercer trimestre de este año, cifra levemente inferior a la registrada en el mismo trimestre de 2015, que fue de 94,0%. Sin embargo, en términos absolutos, la población ocupada aumentó de 1.108.873 a 1.133.950 personas.
La tasa de desempleo abierto para este tercer trimestre alcanzó el índice de 6,9%, superior a la registrada en el mismo trimestre del año 2015, que fue de 6%. El año pasado se contabilizaban 71.260 desempleados y este año el número es de 84.071. No obstante, en el primer trimestre de este año la tasa de desempleo fue 7,6% y en el segundo trimestre llegó a 8,9%. Significa que la desocupación está bajando y la desaceleración fue el factor para tener el panorama negativo a comienzos de año, precisó Barrios.
El mayor número de desempleados se da en los jóvenes de 18 a 24 años.
FORMALIZACIÓN. Por otro lado, el 12,3% de la PEA estuvo subocupado en el período julio-setiembre. En otras palabras 149.345 personas trabajaron menos de 30 horas en la semana, desearon trabajar más horas y estuvieron disponibles para hacerlo (subocupación visible) o bien, asalariados que trabajaron 30 o más horas semanalmente y percibieron un salario inferior al mínimo legal vigente por las horas trabajadas (subocupación invisible que se calcula sólo para asalariados). En comparación con el mismo trimestre del año 2015, la subocupación disminuyó 1,7 puntos porcentuales. El año pasado, la subocupación llegaba a un índice de 14% (165.064 trabajadores).
La formalización, ingreso de los obreros al sistema de jubilación y pensión, también tuvo números alentadores en este 2016, destaca la Dgeec. Fueron las mujeres las más beneficiadas, puesto que la tasa de formalización para el sector femenino ascendió a 47,1%, contra la de 42,6% que se tuvo el año anterior. Los hombres tuvieron una caída en este aspecto, puesto que pasaron de 52,1% a 50,9%.
En general, la formalización alcanzó al 49,2% de la mano de obra ocupada, contra 47,8% del año pasado.