En la carrera más atípica en lo que va del año, el mexicano Sergio Pérez sacó jugo de todos los errores y con un auto al límite consiguió ganar en el Gran Premio de Azerbaiyán, su primera victoria al mando de un Red Bull.
Los accidentes de Stroll y Verstappen abrieron abanicos de posibilidades en la carrera. Además, con los problemas que tuvieron los Mercedes que no puntuaron, algo que no se veía desde el gran premio de Austria del 2018.
Permitió que pilotos de mitad de pelotón peleen. Además, Sebastián Vettel sacó toda su destreza que lo llevó a ser campeón mundial al dejar su Aston Martín en el segundo lugar. Otro apartado para Pierre Gasly, que superó en pista a Le Clerc, para ser tercero.
El fruto del esfuerzo se dio para Checo, que siempre estuvo entre los primeros y con dos grandes premios sólidos, este y el anterior, coronó con victoria su actuación.