“Nunca me imaginé jugar un clásico. Antes, estos partidos solo los veía por televisión. Por suerte ayer (sábado) se me dio. Estaba preparado para jugarlo, pero de igual forma me dio el famoso pirî (escalofrío) al comenzar el partido”, explicó el santaniano, quien jugó el primer clásico en su carrera.
ESTUDIO Y VIVEZA. Aguilar fue uno de los más destacados en el juego frente a Cerro Porteño, deteniendo el penal ejecutado por Diego Churín y mostrando mucha seguridad en otras intervenciones. En cuanto al remate desde los doce pasos manifestó: “El preparador de arqueros (Facundo Espina) siempre nos pasa videos de cómo patean penales los rivales. A Churín lo venía pescando cómo estaba pateando los penales, por si es que se presentaba la ocasión”.
Y seguido añadió: “Hice dos pasos antes que patee y desvié el penal. Uno tiene que ser vivo en ese momento. Estoy feliz por eso y por la victoria. Ahora tenemos que seguir trabajando calladitos en busca del objetivo”.
UN PACTO. Néstor Camacho celebró su gol mostrando la casaca número 29, perteneciente a Rodrigo Burgos, quien está privado de su libertad por un problema con la justicia.
Sobre ese festejo, que generó todo tipo de comentarios y posturas, el goleador franjeado comentó: “Todos somos una familia y pueden surgir inconvenientes fuera de la cancha. Como tal estamos en total apoyo al compañero (Burgos). El festejo estaba pactado y lo que se dice (sobre el caso) ya lo estará viendo la gente indicada”.
Camacho destacó que el penal atajado por Aguilar fue muy determinante para lo que se vino después: “Fue fundamental la tapada de Aguilar y el penal no convertido por Cerro. Después de anotar tuvimos chances para ampliar, ellos no fueron superiores en ningún tiempo, no tuvieron ideas claras para dañarnos”.