Inicio este artículo por el bajo nivel farmacéutico del Paraguay. Con otras palabras: en el Paraguay se muere antes de tiempo por la carencia de las medicinas adecuadas. Y lo malo no es que no existan, sino porque están fuera del alcance de nuestro mayoritario pueblo empobrecido para comprarlas. Y lo que es peor, el Gobierno poco o nada hace para solucionarlo. Y, todavía algo más terrible: como pueblo todavía no nos rebelamos contra esta actitud de lo que se dicen nuestros representantes.
Todas son razones de sobra para dedicar varios artículos a este tema.
Comienzo con una afirmación: “Los intereses económicos y corporativos de algunas multinacionales están tan presentes y tan faltos de ética y honestidad, incluso a veces por encima del bien y la salud del enfermo, que llevan a sospechar y desconfiar de ellas e incluso de algún profesional que nos prescribe sus medicamentos”.
El sector farmacéutico es el segundo a nivel mundial que más ganancias obtiene. El mercado farmacéutico está casi a nivel de las ganancias por ventas de armas o las telecomunicaciones. Por cada dólar invertido en fabricar un medicamento, se obtienen mil de ganancia.
Y fíjense bien en las cifras que pongo continuación.
El mercado farmacéutico mundial se estimó en 1,11 billones de dólares en el 2017 y se prevé que alcance los 1,43 billones de dólares en el 2020. En el 2017 las 15 principales compañías farmacéuticas mundiales generaron ventas por valor de 568.617 millones de dólares, lo que representa el 51% de la cuota de mercado mundial.
Los márgenes de ganancias de estas industrias son muy importantes alcanzando a veces entre el 70 y el 90%, con una tasa de ganancias del 20%, superando ampliamente el 15,8% de los bancos comerciales.
La globalización les ha permitido maximizar sus beneficios ya que compran las materias primas en los países donde son más baratas y los salarios más bajos.