06 may. 2024

Evasión en dos meses supera G. 300 millones en la Terminal

Una investigación realizada por fiscalizadores de la Comuna capitalina entre junio y julio de este año en la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) sobre el precio de pasajes, frecuencias y cantidad de pasajeros con destino internacional arrojó que la evasión supera los G. 300 millones.

Destruido.  La pista de la TOA y parte de su infraestructura precisan de urgentes mejoras.

Destruido. La pista de la TOA y parte de su infraestructura precisan de urgentes mejoras.

Actualmente, las empresas de transporte que operan en la estación capitalina de buses se rigen por la Ley 881/81 Régimen Tributario Municipal que les concede el beneficio de la presunción al momento de abonar sus impuestos, paso que se da con una simple declaración jurada.

El director de Administración y Finanzas de la institución municipal, Braulio Ferreira, explicó que los controles hechos sobre viajes al exterior del país en turnos mañana, tarde y noche en solo dos meses arrojó que existe una millonaria diferencia en detrimento de las arcas comunales (ver infografía).

Mientras la Comuna asuncena logró recaudar G. 20.452.500 por 1.320 boletas en ese lapso de 60 días, las pesquisas demostraron que en realidad esas firmas debían haber abonado G. 320.513.250 por 19.805 boletas vendidas.

“Esto develó que hay una diferencia importante entre la declaración jurada que presentan los empresarios para el pago del tributo y la realidad en cuanto a la cantidad de boletos emitidos, lo que deriva en una baja recaudación en ese concepto”, lamentó.

El Departamento de Tributación realizó la liquidación complementaria correspondiente y notificó a todas las empresas en falta para que regularicen ese pago.

FALTA. Por su parte, el concejal Elvio Segovia indicó que otro modo de evasión es el de las empresas que eluden ingresar a la TOA a través de resoluciones que son emitidas por la Dinatrán o se amparan en medidas judiciales.

El edil citó el caso de la firma Cabañas que no entra a las dársenas de la terminal, a diferencia de Villa Serrana y La Caacupeña, que sí lo hacen.

“Serían entre cinco y siete empresas que no entran. Es un precedente negativo porque dentro de poco todas las que operan desde distancias intermedias van a querer valerse de esto y van a vaciar las dársenas de mediana y corta distancia. Esto se debería regularizar”, puntualizó.