Se cumplió lo que se venía anticipando. La polémica normativa sobre operaciones de libranza se quedó por el camino ayer en la Cámara Baja.
El propio diputado colorado Óscar Tuma, uno de los proyectistas con su colega Walter Harms, había adelantado esta decisión ante el rechazo unánime que tuvo el proyecto en el Senado.
Precisamente, los senadores habían argumentado la imposibilidad de que los clientes puedan suspender la libranza (descuento automático de los salarios) por el pago de deudas contraídas.
La propuesta legislativa que fue remitida, finalmente, al archivo ayer entendía la libranza como un mecanismo de cobranza y garantía de cobro autorizada, por escrito, por un usuario que ha adquirido un bien o recibe un servicio de una entidad operadora (empresas) y busca fijar un límite máximo al descuento de hasta 50% para quienes perciben el salario mínimo y de 65% para quienes perciben más.
CRÍTICAS. Varios diputados se despacharon previamente en la sesión de ayer, con fuertes cuestionamientos y críticas al proyecto de ley de libranza.
El legislador liberal Víctor Ríos recordó que anteriormente ya habían advertido que esta iniciativa podría ser muy perjudicial para la sociedad, más aún a partir del estado de necesidad en que se encuentra la gente, que se somete hasta a coacciones por la situación difícil que está atravesando.
Ríos afirmó que este proyecto “tiene una trampita porque obliga a los empleadores a hacer los descuentos de salarios”. Subrayó que el propio Código Civil establece límites cuando hay abusos y advirtió que en Colombia una experiencia legal de este tipo “generó catástrofes”. Luego de estas y otra consideraciones, pidió el rechazo de la propuesta.
El diputado Aldo Vera, de Avanza País, dijo, por su parte, que este proyecto es altamente negativo para los trabajadores que hoy están soportando cada vez más cargas del Estado que no pueden enfrentar. Mencionó que ahora la Secretaría de Tributación hasta pretende confiscar el salario de los trabajadores. Sostuvo que el sistema financiero no necesita una “ayudita de este tipo para cobrar a sus acreedores”.
Previo a la votación, el diputado liberal Édgar Ortiz afirmó que “esta es una ley miserable y le queremos dar vida a la usura”.
En la votación, 47 optaron por aceptar el rechazo, 2 se abstuvieron y 16 no votaron.