El modelo XKSS de 1957 fue presentado en el Petersen Museum de los Ángeles como una versión para carretera del D-Type que se construyó entre 1954 y 1956.
Los vehículos que fueron destinados a Norteamérica habían quedado calcinados por culpa de un incendio en la fábrica Browns Lane de Jaguar en los Midlands británicos, haciendo que solo salieran a la venta 16 unidades de las 25 previstas del modelo.
Tardaron 60 años para que la marca reinvente el XKSS con un importante detalle, el acabado en color Sherwood Green. Ya que no existen los moldes originales, la marca creó unos nuevos con diseño personalizado a partir de las carrocerías de los ejemplares de los años 50. Se tiene prevista la producción de nueve vehículos que serán entregados a los clientes exclusivos el próximo año.
El resultado de 18 meses de investigación es el nuevo XKSS que será utilizado como un prototipo para la fabricación de nueve réplicas nuevas y tendrán los números de chasis de la época, según informó el portal digital El Confidencial.
Las réplicas tienen las especificaciones originales, como frenos de disco Dunlop a las cuatro ruedas con una bomba Plessey y neumáticos Dunlop con llantas remachadas de aleación de magnesio de dos piezas. Toda una joya en cuatro ruedas. Con un motor de 3.4 litros de 262 CV del Jaguar D-Type, cuenta con seis cilindros en línea. El propulsor incluye bloques de hierro fundido totalmente nuevos, culatas fundidas y tres carburadores Weber DC03.
Y como todo carro de lujo, en el interior, el nuevo XKSS original exhibe una recreación perfecta de los indicadores Smiths de la época. Los detalles se tomaron con cuidado para que la réplica sea idéntica a los modelos fabricados en 1957.
La madera del volante, los pespuntes de los asientos de cuero, los botones de metal del salpicadero del XKSS y otros pequeños retoques personalizados hacen que el nuevo Jaguar sea una de las joyas motorizadas más deseadas del mundo.