Monseñor Ramón Bogarín Argaña nació el 30 de marzo de 1911 en Ypacaraí, a los 27 años se ordenó como sacerdote, luego a los 43 fue obispo auxiliar de Asunción, y a los 45 se convirtió en obispo de San Juan Bautista hasta que el 3 de setiembre de 1976 falleció, a los 65 años, de un infarto masivo después de una cena.
Medina cuenta que para documentar los milagros se debe encontrar un procurador que sea el encargado de recopilar los prodigios del religioso paraguayo que cobró protagonismo durante la pascua dolorosa promovida por la dictadura stronista.
Narciso Morínigo, un ex alumno de Bogarín, es uno de los laicos involucrados en dar el impulso a la llegada a los altares del obispo. “Están yéndose las personas que convivimos con monseñor Bogarín. Soy un ex alumno que trabajé en la revista Sendero con él. Tengo la dicha de ser amigo siendo muy joven”.
La vida religiosa de Bogarín Argaña venía de familia. En su árbol genealógico figuran san Roque González de Santa Cruz, el prócer Francisco Javier Bogarín y su tío Juan Sinforiano Bogarín.
Augusto Dos Santos, autor del libro La utopía ardiente, rescata en la obra que Bogarín fue el primer obispo piloto. Además, fundó numerosos grupos como la Juventud Obrera Católica (JOC) y participó del Concilio Vaticano II y del Congreso de Medellín. Hasta había sido preso junto a otros 16 obispos en Ecuador.
Obsequio al papa. Narciso Morínigo comentó que la familia Domínguez, que coordina el movimiento de divorciados vueltos a casar de Schoenstatt, viajó a Roma recientemente para participar de una reunión sobre la familia de cara al próximo sínodo de las familias que se realizará este año.
De paso, Víctor y Stella Domínguez llevaron el libro sobre la vida de monseñor Bogarín al papa Francisco. Este material bibliográfico había sido lanzado el año pasado en la Catedral de Misiones, donde descansan los restos del religioso.