Un tribunal condenó este miércoles a 23 años de pena privativa de libertad a Leonardo L. Giménez, por , coacción, asociación criminal y otros hechos. El sujeto fue hallado culpable de haber secuestrado en el 2016 en Concepción al ganadero Rómulo Rojas, junto con su capataz Modesto Alfonso.
No obstante, el otro involucrado en el caso, de nombre Gabriel Gutiérrez Lara, fue absuelto durante el juicio, debido a que, de acuerdo con los magistrados, el cruce de llamadas no fue prueba suficiente para su condena, informaron desde la .
Durante los alegatos finales brindados el reciente martes, el fiscal especializado en Antisecuestro y Antiterrorismo que lleva el caso, Pablo Zárate, pidió 25 años de prisión para Gutiérrez y 27 años para Giménez.
Asimismo, la Fiscalía reafirmó que se pudo confirmar que ambos procesados —por secuestro, privación de libertad, agravado, coacción grave y asociación criminal— cometieron los hechos mediante pruebas testimoniales, documentales y periciales.
En el caso de Gutiérrez, el fiscal Zárate consideró que las comunicaciones sí fueron suficientes, menos para el caso de robo agravado, debido a que durante la planificación, negociación y ejecución del secuestro estuvo en contacto con varios de los secuestradores.
“Con relación a Gutiérrez Lara, por el principio de objetividad y una vez producidas las pruebas, he solicitado la absolución con relación al robo agravado, teniendo en cuenta de que el hombre no se encontraba realizando el robo agravado en la estancia. La participación de él se da desde la clandestinidad a través de un teléfono celular”, aseveró el agente.
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Ante esto, el representante de la Fiscalía aseguró que, tras recibir la sentencia por escrito, realizará un análisis pormenorizado de la absolución de Gabriel Gutiérrez Lara, a fin de presentar una apelación, ya que considera que cuenta con los fundamentos para ello.
El relato de los hechos señala que el 19 de julio del año 2016 Rojas y su capataz fueron interceptados por delincuentes con ropa camuflada, quienes los encañonaron en la estancia denominada Santa Catalina, de Hugua Ñandú, Departamento de Concepción.
Al ganadero lo llevaron al dormitorio y le exigieron un monto inmediato de G. 700 millones. No obstante, el pago del rescate no fue realizado porque las víctimas, que fueron trasladadas hasta una zona boscosa, lograron escapar de sus captores.