Rousseff se da un baño de multitudes en zonas populares a las afueras de Río

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se dio este miércoles un baño de multitudes, a cuatro días de las elecciones en las que busca la reelección, en Duque de Caxias, una ciudad vecina a Río de Janeiro residencia de clases populares, que constituyen la base principal de su electorado.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print

Dilma visita las afueras de Río. Foto: eluniversal.com

EFE

Banderas rojas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), una ingente cantidad de panfletos, pegatinas con la cara de Rousseff en la ropa y, sobre todo, miles de personas, acompañaron el paseo de la jefa de Estado en un mitin animado por la samba.

El público que acudió al mitin de Duque de Caxias poco tenía que ver con el que fue al último acto electoral del líder socialdemócrata Aécio Neves en Río de Janeiro, que el pasado domingo eligió como escenario la playa de Copacabana, ubicada en la zona más turística y adinerada de Río.

Roussef fue la candidata más votada en la primera vuelta de las elecciones, el pasado 5 de octubre, pero sus resultados en el estado de Río de Janeiro, el tercer colegio electoral del país, fueron inferiores a los logrados en el resto del territorio.

No obstante, en Río la candidata a la reelección tuvo mejores resultados en las zonas humildes, como Duque de Caxias, donde convenció a un 47,65 % del electorado.

La visita de la presidenta duró poco más de una hora, tiempo en el que paseó en un automóvil abierto, acompañada por activistas a favor de los derechos de las mujeres.

Conocedora de que las políticas sociales iniciadas por su mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, y continuadas por ella representan el mayor atractivo de su Gobierno para las clases más humildes y de que son el buque insignia de su candidatura, Rousseff se encargó de refrescar la memoria de sus acólitos.

Ante las calles abarrotadas, Rousseff repasó los éxitos del programa Bolsa Familia, que según el PT ha sacado de la pobreza a 40 millones de personas, los programas de construcción de casas populares y las ayudas a los pequeños emprendedores.

“Pude verla, pude verla” decía una mujer entusiasmada, ataviada con la pegatina de Rousseff en la camiseta y portando una bandera del PT, después de tocar la mano que la jefa de Estado ofrecía desde la ventana del coche oficial.

Los habitantes de Duque de Caxias se empeñaron en inmortalizar la presencia de Rousseff en su ciudad y sacaron miles de fotos con sus teléfonos móviles mientras la multitud gritaba y se apelotonaba a medida que el vehículo de la presidenta avanzaba entre la gente.

Con la voz resentida por la intensidad de su campaña electoral en los últimos días, Rousseff también se presentó ante el sector más representativo de su electorado con la promesa de que el combate a la violencia doméstica ocupará un lugar “prioritario” en caso de salir reelegida presidenta el próximo domingo.

El proyecto de atención a las mujeres propuesto por la líder del PT se llamará Casa de la Mujer Brasileña, concentrará a todos los órganos que combaten la violencia doméstica y también brindará “acogimiento” a las víctimas, según explicó la mandataria.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido de esta sección