Piribebuy recuerda a San Blas, protector de la garganta

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Festejo. Oratorio de San Blas en la casa de la familia Acosta.

Una imagen con historia, salpicadas de conflictos y bienandanzas, ocupa en la ciudad de Piribebuy un sitial de recordación y veneración popular cada 3 de febrero.

En el barrio que lleva su nombre, en la entrada a Piribebuy, se halla la vivienda de la familia Acosta, dueña de la imagen del protector de la garganta que tiene su leyenda, historia y tradición. Según cuentan, la pequeña imagen conocida como San Blas’i fue traída por el español Cristóbal Olivella en el año 1809, y se instaló en Piribebuy.

Cuando salieron todos los españoles, Olivella dejó la imagen en poder de doña Juana Bautista Acosta, y así sucesivamente a través de generaciones en la misma familia. Según cuentan, Gerardo Acosta y su sobrino Rafael Acosta, en 1940, el párroco de Piribebuy pidió a los Acosta que la imagen fuese cedida a la iglesia, solicitud a la que se opusieron los dueños. Entonces, el cura hizo traer de Italia una imagen de San Blas que fue colocada en la iglesia. No tuvo éxito y el pueblo siguió venerando la imagen de San Blas Jhú, de los Acosta.

La imagen de los Acosta debe ser trasladada hasta la iglesia principal de Piribebuy, donde en horas de la noche se oficiará una misa que será presidida por el obispo de la Cordillera, monseñor Ricardo Valenzuela. Al término de la eucaristía, se tendrá la tradicional serenata con el desfile de varios artistas, solistas, cantores y grupos musicales.

La misa principal está marcada para las 8.30 y será presidida por el titular de la parroquia Dulce Nombre de Jesús de Piribebuy, Alcides Mendoza. Al finalizar la ceremonia religiosa, la imagen de San Blas’i, en procesión, será llevada hasta su oratorio ubicado en el barrio San Blas de Piribebuy. DB

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