“Yo voy a recomendar que se vete, pero finalmente la decisión es del presidente de la República”, explicó ayer en conferencia de prensa, al tiempo de mencionar que (desde el Congreso) se envía la señal incorrecta a la ciudadanía.
Dijo que los funcionarios están en lugares de toma de decisión y finalmente el Congreso tiene muchísimo poder a la hora de tomar decisiones, “inclusive vinculadas directamente a lo que es el Presupuesto General de la Nación, en los recursos con los que contamos, y de políticas económicas y políticas públicas”, agregó.
A su criterio, no es buena señal autoasignarse un beneficio como el que decidieron los diputados. Explicó que una jubilación de este tipo no se puede dar con diez años de trabajo, ya que las demás personas trabajan muchos años para financiarse la jubilación. “Entonces, es una situación de cierto privilegio que no se condice con la realidad de las demás personas, justamente de eso se trataba”, sostuvo en su crítica.
Según destacó la jefa del Fisco, el proyecto de ley tal como está planteado tiene varios cambios, pero existen cuestiones que mejoraron la versión anterior; solo que en realidad para que se mejore verdaderamente hay que cambiarlo de manera significativa.
“Los congresistas podrían converger al sistema que tiene el resto de los funcionarios públicos, lo que sería normal; y si uno termina de aportar en un lugar, continúa haciéndolo desde otro lugar de trabajo”, destacó.
El proyecto en cuestión plantea que la jubilación ordinaria, al cabo de tres periodos parlamentarios, será del 80% del promedio de lo percibido en dietas y gastos de representación de los últimos cinco años. La extraordinaria se dará a partir de dos periodos en el Parlamento, en cuyo caso la retribución será del 60%, según se resolvió.