Las bandas juveniles de música registran un gran auge en el país

Por Sergio Noe

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Emergente. Dos & Medio apuesta por ganar un espacio en el mercado del pop.

sergionoe@gmail.com

Cada vez más jóvenes se suman a la ola de formar bandas musicales de rock y pop, un fenómeno que creció en los últimos años por diversos factores, entre ellos, el acceso a la tecnología y a una mejor educación, pese a las dificultades de adquirir instrumentos de calidad y la preferencia del público hacia otros géneros musicales, según señalaron algunos músicos a ÚH.

De entre las bandas emergentes de la escena roquera, pop y metalera figuran Coco Amargo de Itá, La Masa, Dos & Medio, Eirasofía, Pirakutú, Tercer Piso, Amalghama, DTI, entre otros más.

“Empezamos a ensayar en casa y de a poco, nos promocionamos en las redes sociales. Queremos que salga bien y que la gente nos escuche, después poder tocar en conciertos”, cuenta Josué Garay, primera guitarra de La Masa.

EMPRENDEDORES. Con sus colegas de banda –Aníbal Olmedo (bajista), Roberto Carlos Espínola (segunda guitarra) y Juan Ángel Olmedo (baterista)– alquilan un estudio por G. 30.000 la hora para así garantizar que sus ensayos sean de calidad.

“Es importante tener tus propios instrumentos, aunque uno de buena calidad te pueda costar mucho. Por eso, haremos una pollada para comprar una batería y tener también un local para nuestros ensayos. En un estudio alquilado, muchas veces no hacés nada en una hora y necesitás –como mínimo– tres horas. Eso implica una inversión de tiempo y dinero”, señala Garay sobre las dificultades de emprender un proyecto musical.

Lamentó que por los costos que implica iniciar una banda, cada uno de sus integrantes necesariamente debe trabajar en otras actividades rentables para poder dedicarse a la música. “Apuntamos, a futuro, a poder vivir con las actuaciones. Sin embargo, para los ensayos aún dependemos del horario de cada uno”, dice el músico cuya banda propone una fusión de ritmos como el ska, bossanova, rock y una dosis de folk rock.

Maximiliano Bonnin, baterista del grupo Dos & Medio, coincide con Garay en cuanto a la limitación de los tiempos para los ensayos, y enfatizó que armar una banda y lograr el éxito inmediato es muy difícil y desafiante.

“Muchas veces es más fácil tocar hoy un instrumento gracias a todas las facilidades de aprendizaje que hay. Lo verdaderamente complicado es lograr la continuidad como banda y surgir dentro del ámbito roquero, donde muchas veces no hay espacios debido al público limitado”, señala Bonnin.

PROMOCIÓN. El músico insiste que las redes sociales ayudan enormemente a la difusión de las actividades de la banda y lo considera una “herramienta esencial” para la promoción de los grupos.

“Gracias a la magia de internet, hoy podés subir un video en las redes y llegar a miles de personas”, revela el baterista.

Por su parte, los vocalistas Julio y Rubén Insfrán (concursante del programa Yo me llamo Paraguay), del grupo Coco Amargo de Itá, viajaron al exterior –a Singapur y Japón, respectivamente– para recolectar dinero e invertir en la compra de instrumentos y formar así su banda de pop latino.

El grupo, con músicos que no superan los treinta, también lo integran Jorge Insfrán (bajo), otro de los hermanos, así como Santiago Olmedo (piano), Marcos Báez (batería) y Mauricio Esquivel (percusión latina). En febrero próximo cumplirán sus 10 años como banda y en breve lanzarán un disco con temas propios.

“El verdadero logro y éxito es que la gente te conozca a nivel nacional”, señala Julio Insfrán, quien considera que las actuaciones pueden ser mayores y más rentables una vez que son más conocidos en los medios de comunicación.

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