Las investigaciones al fiscal Villalba se iniciaron con la denuncia del abogado Daniel Mitjans que había manifestado que el agente del Ministerio Público le exigía el pago de coimas para que este solicite su sobreseimiento definitivo en dos casos de estafa. Mitjans mencionó a Ariel Venialgo y a un tal Rodrigo Villamayor como los principales intermediarios que utilizaba el fiscal Villalba para extorsionar al imputado que llegó a pagar, según su denuncia, más de 150.000 dólares al fiscal.
El fiscal Villalba, que ya se encuentra suspendido en sus funciones, habría utilizado una red de recaudadores que solicitaban dinero en efectivo a los imputados o la entrega de vehículos lujosos.
La Fiscalía ya tendría individualizadas a seis personas que serían los presuntos recaudadores del fiscal y no se descarta una eventual imputación en los próximos días. Según fuentes extraoficiales, Ariel Venialgo, que fue detenido al cobrar supuestamente en nombre del fiscal 43.500.000 guaraníes, no sería imputado ya que colaboró con los fiscales anticorrupción que investigan el caso y accedió a entregar el dinero personalmente a Villalba.
El mismo, luego de este hecho, se encargó de borrar todas sus cuentas en las redes sociales y apagó el teléfono celular. Venialgo es abogado y trabajaba diariamente en el Congreso.
Fuentes judiciales lo asocian con la masonería y fue dirigente estudiantil en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción.
Las pesquisas también apuntan a la playa de autos Palma Automóviles, ubicada sobre Mariscal López casi Teniente López, en el barrio Villa Aurelia de la capital, donde se ofrecían los vehículos que supuestamente el fiscal había solicitado como coima.
El propietario de la concesionaria, el argentino Néstor Ariel Palma, y el gerente Gustavo Bresanovich también serían investigados por el Ministerio Público. Estos negaron cualquier ilegalidad.