Bajo el título “Lista de los 25 mejores pagados de la EBY”, la senadora hizo circular ayer por la red social referida la nómina de los funcionarios de la entidad que mejores ingresos tuvieron en diciembre. Esto es lo que corresponde a remuneración, gastos de representación, Resolución CE N° 14820/12 y porcentaje de aguinaldo.
Por ejemplo, Juan Schmalko, director paraguayo del ente, percibió 151.386.121 guaraníes, ya que a los 48.512.674 guaraníes de remuneración, 24.256.337 de remuneración y 13.125.000 de Resolución CE N° 14820/12, se sumaron los 65.492.110 de aguinaldo.
También, cada uno de los directores de la EBY recibieron una suma astronómica: 128.673.768 guaraníes, sumatoria de 40.543.425 de remuneración, 20.271.713 de gastos de representación; 13.125.000 de Resolución CE N° 14820/12 y 54.733.630 de aguinaldo.
En la lista elaborada por Masi, aparece, por ejemplo, Luis Canillas, con un ingreso de 107.168.946 (aguinaldo incluido), con solo 10 meses de haber ingresado a la institución; mientras que Rubén Acuña recibió en diciembre 109.620.031 guaraníes habiendo ingresado tan solo hace un año.
En el caso de José Montalto, con 106.280.965 de ingreso el mes pasado, se menciona en la lista de la senadora que 26 años de labor en Yacyretá, con un sueldo básico de 25.077.900; más un porcentaje por antigüedad de 13.040.508, un porcentaje por antigüedad afín de 2.006.232; un presentismo de 4.012.464 guaraníes; porcentaje por título de G. 6.018.696; sumados al aguinaldo de 55.171.380; gastos de almuerzo de 793.785 y subsidio de energía eléctrica de 160.000 guaraníes.
La ciudadanía expuso su repulsa y rechazo a los sueldos jugosos aparecidos en las planillas tanto de Yacyretá como de la Itaipú Binacional, cuando el año pasado se hizo presión desde la opinión pública para transparentar la administración de estas dos binacionales y de otras reparticiones del Estado.
Las cifras imposibles para un país como el nuestro generaron mucha crítica, considerando que los sueldos no se compadecían con la situación económica que, en general, acompaña a la mayoría de la población.
La oleada de transparencia comenzó con la nómica facilitada por el Congreso Nacional, en la que muchos funcionarios también percibían ingresos privilegiados, como los de un mozo con 14.000.000 de sueldo, y similar cantidad para el “jefe de fotocopias”.