Ayer, un grupo de la Federación Nacional Campesina (FNC) realizó un mitin frente a la sede del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en Asunción, para denunciar la crisis que atraviesan los productores de tomate.
Teodolina Villalba, secretaria general de la mencionada organización, explicó que desde hace aproximadamente un mes los productores de tomate no saben qué más hacer con sus productos, ya que los precios han caído por la superproducción. “Venimos a denunciar la falta de política para la producción nacional. Los compañeros tomateros están tirando sus productos porque no hay mercado”, manifestó la dirigente campesina.
El problema se extiende a todo el país, pero se siente más en Central y en Caaguazú, dijo Villalba. Los productores venden actualmente la caja de 20 kilos a tan solo G. 10.000. En finca, hubo casos de agricultores que vendieron a G. 500 por kilo, inclusive, dijo.
La dirigente de la FNC dijo que, luego de esta manifestación, esperan que el ministro de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Baruja, les convoque para una audiencia, porque el problema amerita tomar medidas de auxilio.
Inclusive, Villalba auguró que esta crisis podría derivar nuevamente en mayores deudas para el sector productivo.
“Denunciamos que no se acompaña al pequeño productor. No hay planificación. Cada uno produce, compra su semilla, su propio insecticida, cada uno gestiona de por sí, y finalmente queda nuevamente endeudado”, comentó.
También señaló al contrabando como otro de los problemas que hacen a la crisis del pequeño productor. “El contrabando siempre afecta, es algo que siempre denunciamos”, dijo.
Industrialización. A criterio de Alfredo Ledesma, de la Asociación de Productores Frutihortícolas, este problema se repetirá año tras año si es que no se motiva la industrialización del tomate.
“Es difícil que haya una solución ahora mismo. Lo que tenemos que aprender es a planificar, en conjunto con el Estado, especialmente en la época de siembra, y también tratar de industrializar”, reflexionó.
Se refirió a la siembra debido a que inicialmente hubo un retraso en marzo, pero luego hubo una recuperación en el mes de abril. Las excesivas lluvias y el calor también contribuyeron para que haya mayor producción de tomate en los últimos meses, comentó.
A esto se sumó “la saturación del contrabando”, que se puede ver en todos los centros comerciales dedicados al rubro, denunció Ledesma.
En su caso particular, se vio obligado a tirar mil cajas de tomate. Dijo que es menos costoso deshacerse de la producción antes que ingresar el producto en la cadena de valor por un precio ínfimo, y perder en lugar de ganar.
“Al MAG le falta un plan nacional. Tampoco hay una conversación entre el productor y el sector privado”, dijo Ledesma.
En los supermercados, encontramos tomate a G. 4.000 el kilo. Hace algunos meses, llegó a G. 9.000 el kilo. Recordemos que la importación de tomate está prohibida por el momento, debido a que se busca promover el consumo del producto nacional.