Desaparición de periodista pone en aprietos a Arabia Saudita

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Conflicto. Manifestación en favor de periodista desaparecido.

REUTERS-AFP-EFE

ESTAMBUL, TURQUÍA

Turquía acusó este sábado a Arabia Saudita de no cooperar en las pesquisas en torno a Jamal Khashoggi, el periodista disidente desaparecido en Estambul, y el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a Riad con un “castigo severo” si se demuestra que está detrás de la desaparición.

Una delegación saudita se reunía este fin de semana en Ankara con responsables turcos en el marco de la investigación de este caso, que provocó una gran preocupación en países occidentales, entre ellos Estados Unidos, donde Jamal Khashoggi se exilió en 2017.

Según el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, Arabia Saudita todavía no ha cooperado en la investigación sobre la desaparición del periodista en el consulado saudita en Estambul y exige a Riad que deje acceder a los investigadores turcos al edificio.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó por su parte que Arabia Saudita podría estar detrás de la desaparición, y la amenazó con un “castigo severo”. Riad sin embargo rechaza que ordenara matar al periodista.

Jamal Khashoggi, editorialista crítico con el poder de Riad y colaborador entre otros del diario The Washington Post, fue el 2 de octubre al consulado saudita para obtener un documento necesario para su futuro matrimonio.

Cuatro días después, responsables turcos citados por la prensa afirmaron que fue asesinado dentro del edificio, unas acusaciones calificadas rápidamente de “infundadas” por Arabia Saudita, y que llegan a pocos días de la gran cumbre económica que se organiza en Riad entre el 23 y el 25 de octubre.

El reloj inteligente que llevaba el desaparecido periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi cuando acudió al Consulado de su país en Estambul, el pasado día 2, grabó su asesinato, aseguró ayer el diario oficialista turco Sabah.

“Khashoggi sincronizó el reloj con su teléfono móvil, que dejó (en manos de) su novia antes de entrar (en el consulado)”, explica el diario, citando “fuentes fiables” de la investigación. “Las conversaciones durante su asesinato fueron grabadas por el reloj y enviadas al teléfono y al registro en la nube” o sistema de almacenamiento en servidores remotos, asegura Sabah.

El rotativo agrega que los agentes de inteligencia saudíes se dieron cuenta del reloj y trataron de borrar las grabaciones de la nube, pero no pudieron eliminar todos los archivos.

“En este momento, ellos (los sauditas) lo niegan (su implicación) y lo niegan vehementemente. ¿Podrían ser ellos? Sí”, dijo Donald Trump.

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