Denuncian a candidato Geraldo Alckmin por financiación ilegal

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Acusación. Esta medida no afectará la candidatura de Alckmin, quien continúa en campaña.

EFE

SAO PAULO - BRASIL

La Fiscalía brasileña denunció ayer al candidato presidencial socialdemócrata, Geraldo Alckmin, por supuesta financiación ilegal durante la campaña electoral de 2014 para su reelección como gobernador del estado de Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.

La denuncia fue presentada ayer por el Ministerio Público de Sao Paulo, que acusa al ex gobernador de Sao Paulo de haber recibido al menos unos 7,8 millones de reales (1,87 millones de dólares) en “caja B” de parte de la constructora Odebrecht, implicada en el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

No obstante, la acusación, firmada por el fiscal Ricardo Manuel Castro, no tiene ningún efecto sobre su candidatura presidencial o sobre sus actos de campaña para las elecciones de octubre. De acuerdo con los sondeos, Alckmin obtendría entre 6 y 9% de las intenciones de voto, lejos del casi el 20% de apoyos que le atribuyen al ultraderechista Jair Bolsonaro, eso en un escenario sin el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción y cuya candidatura ha sido vetada por la Justicia Electoral.

La investigación contra Alckmin se sustenta en declaraciones a la Justicia de ex ejecutivos de Odebrecht, que destaparon una red de sobornos y comisiones ilegales a cientos de políticos brasileños de todo el arco parlamentario y que se extendió por otros países de Latinoamérica.

haddad va a las fábricas. En 1978 Lula da Silva lideró una huelga en el cinturón industrial de Sao Paulo. Cuarenta años después, desde la cárcel, el ex presidente orientó a su posible sustituto como candidato presidencial, Fernando Haddad, a recorrer las fábricas para reconquistar el apoyo de una descontenta clase obrera. Más de 2 décadas antes de llegar a la Presidencia de Brasil, el entonces tornero mecánico condujo con pulso la huelga de los metalúrgicos, un movimiento que en plena dictadura militar paralizó las fábricas para reivindicar aumentos de salarios. En aquella época la categoría estaba unida, las asambleas eran gigantescas y los trabajadores luchaban por sus derechos y para derrocar la dictadura que comandaba el país, recuerda José López Feijoo, quien entonces era un joven operario de la Ford de la localidad de Sao Bernardo do Campo. “La huelga representó la esperanza que se había perdido. Era por algo más que salarios, era para recuperar la democracia”, cuenta Firminio Alves, un ingeniero de Mercedes que siguió de cerca las paralizaciones que se llevaron a cabo entre finales de los 70 y comienzos de los 80. Siguiendo la hoja de ruta de su mentor, Haddad madrugó y recibió a los trabajadores a las puertas de las fábricas del cinturón industrial de Sao Paulo.

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