Evaluar la importancia sanitaria de los escorpiones que habitan áreas urbanas del territorio nacional, establecer la eficacia de los antídotos disponibles en Latinoamérica son los objetivos del trabajo, según comentó el científico.
“Teniendo en cuenta que ya se han producido accidentes severos en niños de corta edad, hemos colectado escorpiones de la especie Tityus trivittatus, extraído su veneno y determinado su toxicidad en modelos animales. Demostramos que la especie que habita el área metropolitana de Asunción es de potencial peligrosidad”, agregó.
Contó que realizó cálculos de la dosis letal media en ratones. Estas medidas resultaron ser similares a la de los escorpiones que habitan el norte de Argentina.
Comentó que se está determinando la eficacia de los antídotos que se desarrollan en países latinoamericanos a través de pruebas científicas. Explicó que tras varios estudios que quedan por realizarse quedará la posibilidad de elaborar un antídoto nacional para el veneno del alacrán.
Destacó que existen 14 especies de escorpiones que habitan el territorio del Paraguay, de las cuales tres han sido reportadas como de alta peligrosidad en áreas vecinas de Argentina y Brasil. Estas tres especies pertenecen al género Tityus.
Las que tienden a cohabitar con el hombre en los ambientes urbanos del oriente de Paraguay son principalmente las especies Tityus trivittatus y Bothriurus bonariensis. El primero es un escorpión de coloración marrón que se caracteriza por poseer tres manchas longitudinales en su dorso, sería la especie de mayor peligrosidad, especialmente para menores de 8 años.
El segundo es un escorpión de menor tamaño (de unos 60 mm en el estadío adulto), de color negro reluciente, su veneno no reviste peligro para el humano.
El doctor agregó que en el caso de accidentes por Tityus trivittatus que se han presentado en Argentina, las manifestaciones clínicas están asociadas a alteraciones cardiorrespiratorias, producto del el veneno de toxinas que afectan el funcionamiento del sistema nervioso.