Durante el juicio oral, el probó que el hombre abusó sexualmente de su hijastra durante varios años. El testimonio de la adolescente fue fundamental para lograr dicha sentencia dictaminada por un Tribunal.
El caso fue detectado en abril del 2018 cuando una tía de la niña buscó de la escuela a la menor y esta fue llevada hasta un centro asistencial porque no se encontraba bien de salud. El médico que la atendió manifestó a la familiar que la menor tenía rasgos de abuso.
Tras la insistencia de la tía, finalmente la víctima confesó que su padrastro le tocaba en diferentes partes del cuerpo.
La fiscala Laura Guillén estuvo como representante del Ministerio Público y fue la encargada de presentar todas las pruebas del caso.
Con el testimonio de la sicóloga del Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público, también quedaron probadas las consecuencias sicológicas del abuso.