Simón Cazal explicó durante el programa cómo recibieron la noticia de la invitación para formar parte del encuentro con el y que tras tres días de análisis, decidieron confirmar la participación.
“Para nosotros la prioridad era la gente, nuestra gente, que nos decía que ‘el Papa nos está invitando a una reunión y no podemos decirle que no’. Necesitamos un acercamiento a la Iglesia. Para los chicos católicos cayó muy bien, era mucha emoción, tiene un impacto íntimo para aliviar algo de tormento que representa enfrentar su fe con la condición sexual que tienen”, explicó Cazal.
Antes señaló que organizaciones pares del extranjero les habían sugerido rechazar la invitación pero Cazal explicó que decidieron aceptar porque la postura de los miembros a favor era mayoritaria. Además, en nuestro país no predomina la cultura laica, por lo que el pedido vino incluso de los propios miembros que son católicos.
“La vivencia de la divinidad a través de la religión es muy personal y es muy cruel negarle esa experiencia solo por ser gay”, indicó.
En cuanto a lo que se espera de este acercamiento con la Iglesia a través del papa Francisco, Cazal se refirió a la importancia de replicar esto a nivel local, es decir, con los obispos y sacerdotes de nuestro país, y que es eso lo que le diría a Francisco, en caso de mantener algunas palabras con el Sumo Pontífice.
“Lo que le diría es que este mismo espíritu que está reflejado en la carta, se extienda a otras partes de la Iglesia. Que los curas párrocos repliquen lo de Francisco, con eso mucha de la reparación que es necesaria comenzaría. La jerarquía tiene que comenzar a escuchar, es ahí el gesto de Francisco que va tener un enorme impacto”, señaló.
La emisión del programa se centró en la homosexualidad a partir de las declaraciones formuladas hace unos meses por Bergoglio. “Quién soy yo para juzgarlos”, había dicho en una declaración que impactó por el alcance de la misma.
En el programa, además, se tuvo el testimonio de jóvenes gays que profesan la religión católica pero que se sienten discriminados por su orientación sexual y excluidos de las prácticas de la Iglesia.
Juan Sebastián Cabral, uno de los jóvenes, explicó que existe un antes y un después de las declaraciones de Francisco.
“Creo que hay un antes y un después de esta expresión del Papa, particularmente es como un bálsamo, una palmada en la espalda diciendo ‘no tenés nada de malo’. Yo soy muy católico, en un momento dado yo me alejé un poco por el temor a ser excluido pero las palabras de Francisco y el acercamiento a la comunidad, te da como una paz, un alivio a ese quebranto que uno constantemente tiene”, señaló.
Por su parte, Adolfo Ruiz explicó su experiencia al salir del closet y lo difícil que fue la situación particularmente con su madre, quien es devota católica.
“Yo salí del closet cuando tenía 18 años, ahora tengo 21, fue difícil para mi mamá. Yo pensé que iba ser todo lo contrario. Mi papá aceptó, me dijo ‘vos sos mi hijo y yo te amo como sos”. Fue un alivio. Con mamá fue un poco más difícil, me decía que estaba triste, que está preocupada, que tenía miedo que me quede solo. Más adelante ella se fortaleció”, explicó el joven.
Agregó que la invitación para formar parte del encuentro con el papa Francisco en el estadio del León Condou representó una alegría inmensa en el seno de su familia. “Es como que una oportunidad de reconciliación, de entender de que no está mal, construyendo eso a partir del amor”, sostuvo.