Esa hidroeléctrica se convirtió en los últimos tiempos en el refugio de aquellos que se quedan sin cargos en otras instituciones o que han perdido elecciones, tal como ocurrió con el ex ministro de la Corte Suprema, Víctor Núñez, quien se vio obligado a renunciar al cargo luego del inicio del juicio político en su contra acusado de supuestamente liberar, en el 2012, al ex intendente de Ypehú, Neneco Acosta (ANR), quien ahora está preso por el crimen del periodista Pablo Medina.
El último nombramiento concretado fue el del ex diputado Juan José Vázquez, esposo de la diputada Perla de Vázquez, a quien se le creó un cargo en la hidroeléctrica.
Otro caso fue el de Edgarcito Quintana, hijo del ex intendente de Fernando de la Mora, Édgar Quintana.
El joven fue puesto en la EBY cuando se veía que la situación en ese Municipio no era de las mejores y había posibilidades de que su padre, Édgar Quintana, perdiera las elecciones y no lograra su reelección, tal como ocurrió el año pasado. La misma situación se dio con Raulito Sánchez, cuyo mérito es ser hijo de los dirigentes de capital, Fabiana y Raúl Sánchez. Ingresó a la EBY sin saber qué lugar iba a ocupar.
La otra nombrada, con una remuneración de casi G. 80 millones al mes es la ex ministra de Justicia, Sheila Abed, quien se vio obligada a renunciar en ese ministerio porque aparentemente ya no podía manejar la situación en la cárcel de Tacumbú que finalmente terminó explotando en las manos de su sucesora, Carla Bacigalupo, hace uno meses.
Otros como el ex intendente de San Juan, ex gobernador de Misiones, y ex parlasuariano, Carlos Villalba Rotela, son apenas unos pocos a quienes se les dio asilo en la hidroeléctrica. Todos ellos con altos salarios (ver infografía).